Lo que empezó como un proyecto de los antiguos trabajadores de Altos Hornos de Vizcaya, para invertir los 140 millones de pesetas que había en la caja de complementación de los trabajadores al cierre de la empresa, se ha culminado como una sólida realidad. Y es que, la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral ya ha puesto en marcha la Escuela de Aprendices del Siglo XXI en el edificio de la antigua alhóndiga de Murrieta en Barakaldo.
Atrás han quedado varios años de obras de rehabilitación de unas instalaciones que estaban en condiciones muy precarias, pero que ahora, al fin, sirven de centro de formación para cerca de 200 personas, en las ocho líneas de formación dual que ya se imparten en este centro que aún está dando sus primeros pasos.