La escuela vasca comienza a corregir la segregación del alumnado desfavorecido

Más de la mitad de los centros educativos vascos (públicos y concertados) han comenzado a matricular al número de alumnado desfavorecido que les corresponde, en función del índice de vulnerabilidad de su zona escolar. Sólo un 3,3% de los colegios no sólo no ha hecho nada por dar pasos hacia la inclusión de este colectivo, sino que se han alejado de este objetivo. Este es un titular inédito y el primer gran paso de muchos para corregir la segregación escolar en la red pública, un proceso que llevará algunos año puesto que se ha comenzado en las aulas de 2 años.

Aun así, prácticamente dos de cada diez de las 11.969 nuevas solicitudes corresponden a estudiantes cuyas familias tienen un índice socieconómico bajo, lo cual da pistas sobre la dimensión que la vulnerabilidad alcanza en la escuela vasca, la segunda más segregadora del Estado tras Madrid. Y es que, tal y como ha explicado el consejero Jokin Bildarratz en la Comisión de Educación del Parlamento Vasco, este año sólo se ha podido tomar como factor de vulnerabilidad el económico ya que la mayoría de las situaciones que definen esta realidad, como las necesidades educativas especiales, no están todavía diagnosticadas puesto que los niños y niñas aún son muy pequeños. De hecho, con diagnóstico médico solo ha habido 85 solicitudes.

UN PUNTO DE INFLEXIÓN

Gracias a las medidas correctoras introducidas por el Departamento de Educación en el proceso de Admisión del curso 2023-2024 para reequilibrar la matriculación del alumnado vulnerable en ambas redes –entre ellas la reserva de plazas para alumnado desfavorecido– supone un punto de inflexión en la lucha compartida contra la segregación. Un objetivo que las últimas semanas se ha visto envuelto en la polémica tras el desafío liderado por Ikastolen Elkartea contra la matriculación antisegregación debido a que ciertas familias que habían solicitado plaza en algunos de sus centros no lo han logrado debido a la reserva de plazas.

Con los datos facilitados por Bildarratz en la mano, el hecho es que la resolución del proceso de matriculación ha confirmado que las medidas correctoras no han colisionado con la libertad de elección de las familias puesto que el 94,1% de las familias ha escolarizado a sus hijos e hijas en el centro de su primera opción. Según ha explicado Bildarratz en el Parlamento Vasco, a 462 familias se les ha signado otro centro de su elección, mientras que en 255 solicitudes, el Departamento de Educación les ha adjudicado una plaza no solicitada por la familia. Cabe destacar en que el caso de estas últimas familias, la mayoría de ellas había seleccionado un único centro escolar, y al no conseguir plaza en ella –y Educación no disponer de más información sobre las preferencias de las familias-, se les ha asignado una plaza por parte de la administración, atendiendo a un criterio de cercanía.

“Nos tranquiliza el dato de 94 %, es decir, que la inmensa mayoría de las familias solicitantes han conseguido plaza en el centro y modelo que eligieron en primer lugar”, ha dicho Bildarratz. Además, “sabemos que es importante evitar la sobreoferta porque es la única manera de abordar una escolarización más inclusiva. De ahí la insistencia en que se elija más de un centro”. Las principales novedades impulsadas en la matriculación de las aulas de dos años son las siguientes: cambios en la zonificación, ajustar la oferta, garantizar la reserva de plazas, activar el nuevo proceso de admisión y priorizar la escolarización de proximidad. Durante el proceso de matriculación, las familias han podido seleccionar todos los centros que han deseado, en orden de preferencia, teniendo en cuenta sus características. La prioridad de la administración ha sido la de otorgar a las familias, siempre que ha sido posible, su primera elección.