Uno de los tesoros que la naturaleza ha ido labrando con el paso del tiempo en Cataluña puede admirarse en la localidad barcelonesa de Cardona.
Allí se encuentra la montaña de sal, una joya única en el mundo con una característica especial ya que es un fenómeno geológico en forma de elipse alargada que crece a medida que la lluvia la erosiona y sus sedimentos la engrandecen.
En su interior una enorme cavidad por la que se accede a unos 120 metros de ella, aunque en realidad es un gran oquedad de casi dos kilómetros de longitud y de ellos casi un centenar visitables.
Este espectacular enclave turístico turístico entre 1929 y 1990 fue una de las minas de sal potásica más importantes del mundo que con el nombre de Mina Nieves de Cardona exportaba miles de toneladas de ese mineral. Desde hace poco más de dos décadas es un magnífico Parque Cultural de la Montaña de Sal dedicado a divulgar la importancia histórica de la sal, la excepcionalidad geológica del yacimiento y el aprovechamiento que el hombre ha hecho de ella durante siglos.
En su interior se encuentra la galería Capilla Sixtina, llamada así por su belleza y variedad de colores y formas. Es un espacio idóneo para celebrar actos privados, promociones empresariales, cenas y eventos musicales en directo con aforo para 100 personas y que se puede visitar para gozar de su espectacularidad desde 1997 y por su temperatura prácticamente constante durante todo el año a 17 grados.
Es un recorrido guiado a 86 metros de profundidad donde apreciar con todo su esplendor y espectacularidad los diferentes pliegos y vetas del yacimiento y la diversidad de minerales. Eso sí el caso durante la visita es obligatorio y no se puede acceder con silletas de bebés ni mascotas.
También para contemplar y aprender de las antiguas instalaciones mineras, su castillete del pozo de extracción del mineral y un área museográfica donde repasar la historia de la explotación de las sales, la geología, la mineralogía y la botánica de esta zona.
Sin olvidar que se puede acceder al edificio de máquinas del pozo minero y contemplar una verdadera joya de la arqueología industrial como es la maquinaria del pozo diseñada y construida en los años 20.
Las tarifas para visitar el interior de la mina van desde los 12,5 euros para adultos, los 10 para jubilados, los 6 euros para niños entre 5 y 11 años, y 3 euros si tienen entre 2 y 4 años.
La grandiosidad del lugar también se aprecia en su exterior, ya que sobre la entrada se alza una formación geológica "es única en el mundo y hoy todavía crece a medida que la lluvia la erosiona", aseguran desde Turismo de Cardona. Esto se debe a un fenómeno natural con el cual el depósito subterráneo de sal presenta un crecimiento vertical que eleva la capa de sedimento que se encuentra sobre ella.
Se trata de un proceso por el cual la sal, por su baja densidad y alta plasticidad, aflora a la superficie tras romper los materiales más compactos que lo recubren. Por eso la montonera de sal crece, un proceso que se ve intensificado con la erosión de las lluvias, cuando el agua desgasta las capas de la superficie, aumentando el florecimiento de las sales del subsuelo.
Cardona, en el noroeste de la provincia de Barcelona, está a poco más de una hora por la C-16 y la C-55 y además tiene otras joyas para visitar como el imponente castillo y su impresionante casco histórico medieval. El turismo de naturaleza ofrece otras muchas posibilidades en toda la comarca, además de la montaña de sal una maravilla que contemplan casi cien mil personas cada año.