Viernes. Ocho de la mañana. Una cafetería del centro de Pamplona. Carlos García Adanero acodado en la barra, tomándose un cortado. El PP acaba de hacer público que lo ha elegido como candidato a la alcaldía de Pamplona. Su móvil es una locura de llamadas y mensajes. Todo ha sido rapidísimo.
El jueves a primera hora de la tarde era presentado –junto con Sergio Sayas– como un fichaje de campanillas: rodeado de los hombres fuertes de Feijóo, en Génova y con toda la prensa. Y ahora esto. Una jugada que pocos vieron venir pone el broche a un año loco: la rebelión contra Esparza, la expulsión de UPN, una delicada operación médica, un grave accidente de coche en Soria y la llegada al PP.
“Todo siempre es susceptible de empeorar”, dice, con el callo político y la sorna de siempre. Pero el diputado, que va a conservar su acta del Congreso, quiere poner un punto y aparte. Ya ha pasado el luto, dice. Apenas habla de Esparza ni de sus excamaradas de UPN. Solo ve un espacio político, una bolsa de votantes huérfanos de representación tras el giro de Esparza y el apoyo de una sigla fuerte.
¿Ha sido el año más convulso de su vida?
–Todo es susceptible de empeorar [sonríe]. Ha sido un año complicadísimo. Bueno, a ver, el año termina con un accidente de coche que casi nos mata a mi mujer y a mí. Pero me quedo solo con lo positivo, con la gente que me apoya.
Si pudiera volver atrás, ¿volvería a votar contra el acuerdo de Esparza y el PSOE?
–Por supuesto. ¿Lo dice por lo de votar en contra de la reforma laboral? Sí, sí. Lo hicimos por convicción, porque éramos conscientes de lo que suponía aquel acuerdo.
Ya ha llegado al PP. ¿Le alivia haber zanjado el debate sobre qué ocurriría con ustedes?
–Durante todo este tiempo se han dicho muchas cosas y el tiempo ha dejado claro que eran mentira. Se nos ha puesto de vuelta y media en todos los sitios, pero el tiempo resitúa las cosas. Siempre es mejor tener un camino claro, porque es que nosotros votamos y vino todo lo demás, no teníamos absolutamente nada previsto, aunque dijeran que teníamos algo ya montado.
Afiliado a UPN más de treinta años, representante del ala regionalista del partido, ¿se pensaba terminar en el PP?
–A ver. Muchas veces, durante muchos años, hemos compartido candidaturas con el PP. Las relaciones siempre han sido buenas, y todas las rupturas han sido estratégicas, no ideológicas.
¿La de ahora también?
–Sí, claro, es evidente. Es lo que ha hecho UPN: no me da para gobernar, pues rompo con PP y Ciudadanos, voy solo y a ver si el PSOE me hace algo más de caso. Pero bueno, el PSOE ya ha hablado y ha dicho que no quiere pactar con él [por Esparza].
Le recibió Bendodo, Gamarra... es entrar por la puerta grande, ¿no?
–La verdad es que me han acogido muy bien, pero no se crea, tampoco hemos hablado con mucho más detalle. Lo que estaba claro era hacer una estrategia conjunta y formar un frente común, amplio.
¿El PP le ha pedido ayuda para hacer despegar la sigla en Navarra?
–No, no, es que todo esto ha surgido rápido, ha surgido por las circunstancias, como quien dice. Nosotros estábamos en un segundo plano, porque el PP pensaba que iba a poder lograr un acuerdo con UPN. No tenían estrategia de hacer otra cosa que no fuera una coalición, como se dijo en su día.
Me refiero a si sus servicios al PP van a ir más allá de la candidatura.
–Ah, no. De momento no me han pedido nada más que afrontar el reto más inmediato del Ayuntamiento. El tiempo dirá. No estoy afiliado al PP.
¿Ha hablado con Feijóo?
–No. No he hablado con él. Con otros he tenido una relación muy continua, pero con él no he coincido.
¿Cómo ha sido la interlocución con Bendodo, con Gamarra...?
–A Bendodo no lo conocía, pero con Gamarra la relación es fácil porque nos conocemos desde hace años y hablamos continuamente, mucho antes de febrero de 2022.
¿Va el PP a por el espacio de UPN?
–Puff... eso de los espacios... Prefiero hablar de una bolsa de votantes muy grande, que se identifica con el centro derecha, y que cree que hay que ser alternativa a Sánchez, no muleta. Nosotros jugamos ahí y tenemos claro que los votos no son de nadie, son de las personas. El voto no es cautivo y cada persona elige en cada votación. Es fácil: puedes votar plantarle cara a Sánchez o por hacer pactos con él.
Es lo que quiere UPN. ¿Le apena verlo en su expartido?
–Yo el luto lo pasé hace un año, cuando me echaron de malas maneras. Ahora han querido hacer como una segunda vuelta de mi expulsión, pero en este año han pasado muchas cosas y he superado todo eso.
¿Cómo ve la estrategia de UPN?
–Equivocada. El PSOE ha elegido su camino, que es pactar con el nacionalismo, el independentismo y la extrema izquierda. Ya ha pasado la línea roja de EH Bildu, así que ha tomado un camino claro. Eso lo ha elegido el PSOE voluntariamente. Insisto, esto se plantea de forma tan sencilla como lo siguiente: puedes ser alternativa o muleta, pero yo creo que hay que combatir eso, ganarle al PSOE en una disputa electoral.
Pérez-Nievas cree que esta estrategia no le va a salir bien a UPN.
–El votante quiere ser alternativa, no un apéndice del sanchismo. Por eso creo que es una estrategia equivocada. Por eso me expulsaron y por eso estoy al otro lado.
¿Cree que hay alguien en UPN que puede volver a esa posición?
–Los acuerdos de UPN han sido todos por unanimidad, así que todos estarán de acuerdo. Reconozco que me ha llamado la atención, conociendo el partido, que un debate de calado como el de acudir solo a un proceso electoral se dé con esas mayorías. En UPN siempre había habido debate. Eso me ha sorprendido, pero bueno.
¿Denota que ya no hay ninguna voz interna que le lleve la contraria a Esparza?
–O que todo el mundo está de acuerdo [y sonríe].
¿Todo esto hubiese sido distinto sin Esparza?
–No puedes volver atrás en el tiempo. El acuerdo que Esparza gestó fue un despropósito y a la vista de los hechos que no ha sido bueno. Pero es que cada uno toma sus propias decisiones.
¿Ha podido hablar con Sanz?
–No. No entiendo la animadversión que tiene contra mí. Pero tampoco tengo ganas de reñir, ni de discutir, no tengo necesidad.
¿Con Barcina ha hablado?
–Sí. He coincidido con ella en la calle, en actos. Tengo buena relación.
¿Qué posibilidades cree que tiene el PP en Navarra?
–Lo único claro es que el espacio existe y hay que ocuparlo. Luego veremos el resultado. Pero lo que me transmite la calle me da ánimo.
Pérez-Nievas (Ciudadanos) apostaba que el bloque de derechas tendrá menos de 20.
–La derecha tiene que intentar sacar lo máximo, pero los demás también compiten. Habrá que ver en qué parámetros se comprometen.
¿Pero UPN quiere pactar con el PSOE?
–Es que es sencillo, quieres pactar con el PSOE pero el PSOE no quiere pactar contigo. Es una estrategia. Pero a Esparza se le ve muy seguro de que va a conseguir el objetivo. Pues ya veremos.
¿Había vivido una situación de mayor distancia entre siglas como hasta ahora?
–Yo creo que la situación es totalmente diferente a la de 2008. Ahora todo ha sido mucho más brusco. En 2008 hubo un debate más intenso, y mucho debate dentro del partido.
Esa brusquedad, ¿es achacable a una persona difícil como Esparza?
–Lo único que me sorprendió es que sin negociar nada se quitara de encima a PP y a Cs. Si eres Esparza, puedes pensar: rompo con el PP porque van a fichar a estos. ¿Pero Ciudadanos? Porque Carlos Pérez-Nievas ya lo ha dicho, está bastante indignado con cómo se ha gestionado esto.
¿Cree que puede ser perjudicial para UPN a medio-corto plazo?
–Yo recuerdo discusiones tremendas en UPN... ¡pero por cualquier cosa! Así que ahora ves el proceso y la unanimidad... no sé, estarán todos de acuerdo. Si no, no votas que sí a todo.
¿Ya no hay debate interno?
–Bueno, es que si están todos de acuerdo no hay debate [sonríe].
¿Cómo se ha tomado la decisión de entrar al PP en la plataforma que encabezaron usted y Sayas?
–Nosotros hablábamos con el PP a diario mucho antes de febrero de 2022. De un tiempo a esta parte, nos llaman y nos preguntan cómo nos podemos poner de acuerdo. La plataforma no es un partido político: ha servido para canalizar el apoyo que recibíamos de la calle. Pero cada uno puede hacer lo que quiere, es voluntario y no está obligado a nada.
¿Cómo es la relación con Javier García?
–Es buena, es un hombre fácil, y nos conocíamos de hace tiempo.
Mientras Esparza esté al frente de UPN, ¿la interlocución va a ser imposible?
–No, es que yo no fijo la interlocución con UPN. Él no tiene ni medio interés en tenerla, ¡si acaba de echar al PP y a Ciudadanos!
"Apoyaré a Ibarrola si tiene más votos que yo, aunque ellos parece que prefieren al PSOE"
La primera entrevista larga la hace Adanero a este periódico justo cuando se hace pública su candidatura. Es inevitable que no genere sorpresa ver su vuelta a Navarra tras una legislatura en la que se ha hecho muy famoso entre los círculos de la derecha mediática y política por sus intervenciones en el Congreso.
“Siempre digo lo mismo: en la política todos estamos voluntariamente, nadie nos obliga a nada”, contextualiza. Pero igualmente claro es cuando afirma que va a mantener su escaño en las Cortes hasta que se acabe la legislatura –finales de año– y que sus intereses pasan por volver a repetir como diputado. Dos cargos –uno en el ámbito municipal y otro en el estatal– que constitucionalmente son compatibles.
Va y le nombran candidato al Ayuntamiento de Pamplona.
–Tengo mucha ilusión. Siempre digo una cosa: aquí todos estamos porque nos da la gana, nadie nos ha obligado. Y si asumes un reto es porque crees en él. Tengo ilusión y siento responsabilidad.
El PP se quedó fuera en 2015. ¿Cree que puede volver a entrar?
–Voy a trabajar por ello siendo consciente de que es un reto.
Pamplona es una plaza complicada. Le llevan al barro.
–El reto es tremendo. La plaza es complicada. Pero tengo esperanza en la gente, en que les parezca bien esta alternativa, y nos termine apoyando. Y, por supuesto, no podemos permitir la vuelta de un alcalde de Bildu-Batasuna.
Se ha hecho un nombre en el Congreso, ¿quiere seguir allí?
–Sí, sí, lo voy a compatibilizar.
¿Pero le gustaría volver a ser candidato para el Congreso?
–Sí, sí que me gustaría.
En las elecciones de diciembre...
–Mire, visto lo visto vivo al día. Pero claro que me gustaría.
¿Será posible un pacto con UPN para las elecciones generales?
–Cambian mucho las cosas de un día para otro. Y hacer planes será complicado. Vamos a ver qué resultado nos dan los ciudadanos en las elecciones de mayo.
Fichar por el PP es fichar por un partido que se presenta por todas las provincias. ¿Se ha planteado concurrir por una circunscripción que no sea Navarra?
–No, no, no... hemos hablado mucho menos de lo que parece. Hemos hablado del espacio que se abría y de la candidatura del ayuntamiento, que les parecía interesante. Pero no hemos hablado de otras cosas.
¿Su candidatura tiene algo de estratégico para el PP?
–En el momento en el que UPN dice que va a ir solo a las elecciones, no puedes pretender que los demás no jueguen. A mí me han dicho que no querían contar conmigo, y también se lo han dicho a PP y a Ciudadanos.
¿Cómo se va a tomar UPN que sea candidato a Pamplona?
–No lo sé. Pero entenderán que una vez que te han expulsado y se han roto las relaciones con el PP, cada uno juega su partido. ¿Me van a insultar más? Puede que sí, pero desde hace un año es una constante.
Algún día tendrá que bajar esta intensidad en la derecha.
–A nadie le hace gracia que le insulten, pero bueno, es lo que hay. Yo lo que tengo claro es que no voy a responder a los insultos. Están perdiendo el tiempo que no invierten en hacer oposición. Si todo el tiempo que invierten en pensar cómo hacernos la vida imposible y que el PP no saque votos lo invirtieran en hacer oposición a Chivite, algo mejor iría. Pero cada uno elige lo que hace.
¿Qué propone para Pamplona?
–A partir de ahora va a ser cuando hagamos el programa. Evidentemente, cada barrio tiene sus necesidades y particularidades. Van a ser los ciudadanos los que nos van a trasladar sus inquietudes.
¿Me dice algo que sí o sí va a tener presente?
–Hay temas que son fundamentales en todas las ciudades y que afectan a todos los ciudadanos. Algo fundamental para mí son la seguridad y la limpieza, porque hacen una ciudad más agradable para vivir.
Es inevitable pensar qué ocurrirá el día después de las elecciones municipales y me dice que Pamplona no puede tener un alcalde de “Bildu-Batasuna”.
–Quiero que haya un alcalde de centro derecha.
¿Eso significa que podría apoyar a Ibarrola (UPN)?
–Votaré a Ibarrola si tiene más votos que yo. Aunque ellos parece que prefieren pactar con PSOE.