La estrategia de los daltónicos para diferenciar los colores

El daltonismo es un trastorno visual que afecta a la percepción del color. El nombre de daltonismo se debe al químico inglés John Dalton, que fue el primero en describir esta condición en el siglo XVIII, basándose en su propia experiencia personal.

Las personas que la padecen pueden llevar una vida perfectamente activa y satisfactoria, pero hay cosas que les resultan más difíciles que a los demás, cosas cotidianas como darse cuenta si un semáforo está en verde o rojo, o saber a simple vista si un tomate está maduro o no.

El diagnóstico de daltonismo o ceguera al color, que afecta a alrededor del 8% de los hombres y al 0,5% de las mujeres en el mundo, aunque es relativamente fácil de detectar, a menudo pasa desapercibido durante muchos años y sólo se ve reflejado ante una exposición casual a un test de Ishihara o ante algún examen como el típico de carnet de conducir.

Esta afección puede ser congénita o adquirida debido a lesiones o enfermedades oculares. Las causas incluyen anomalías genéticas en los genes responsables de la percepción del color, daño en las células receptoras de la retina o en el nervio óptico o enfermedades como el glaucoma o la degeneración macular.

Tres tipos

Existen tres tipos de afección relacionados con distintos colores:

Protanopia: quienes lo sufren tienen dificultades para percibir el rojo. Este color aparece más tenue o ausente, lo que hace que los tonos rojos se confundan con verdes o grises.

Deuteranopia: afecta a la percepción del color verde. Las personas con este tipo de discromatopsia tienen dificultades para distinguir entre el verde y el rojo y pueden ver ambos colores como tonos similares.

Tritanopia: menos común que los dos tipos anteriores, afecta a la percepción del color azul. Las personas con este trastorno tienen dificultades para distinguir entre el azul y el amarillo, y pueden ver ambos colores como tonos similares.

Alternativas

Aunque no tiene cura, hay estrategias de manejo que pueden ayudar:

• Utilizar sistemas de organización basados en formas o texturas, pueden facilitar la identificación de los objetos.
• Hay aplicaciones y dispositivos tecnológicos que ayudan a identificar y distinguir los colores.
• Existen gafas y lentes de contacto que también ayudan a distinguir determinados colores.