El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este jueves los objetivos de reservas estratégicas de gas de la UE antes del próximo invierno, que contemplan un umbral mínimo de almacenamiento del 80% antes de noviembre y del 90% en los años siguientes hasta 2026 para garantizar el abastecimiento a nivel comunitario.
Con 490 votos a favor, 47 en contra y 55 abstenciones, los eurodiputados han respaldado la propuesta legislativa para garantizar que los niveles mínimos de almacenamiento de gas hasta 2026, al que ahora el Consejo deberá dar su visto bueno formal antes de su publicación el Diario Oficial de la UE y su entrada en vigor.
El acuerdo estipula que los Estados miembros podrán recurrir a reservas de gas natural licuado (GNL) para alcanzar ese mínimo del 90%, así como otros combustibles alternativos, un punto que responde a la petición presentada por el Estado y Portugal a finales de abril para que se contemplara el papel del GNL en la seguridad energética y tuviera la misma consideración que las reservas de gas en el subsuelo a la hora de alcanzar esos niveles mínimos de almacenamiento.
La nueva regulación pretende asegurar que tanto los ciudadanos como los negocios en la UE dispongan de gas suficiente para la próxima temporada de invierno y aumentar la independencia energética en el mercado comunitario tras la agresión militar de Rusia sobre Ucrania.
En este sentido, el eurodiputado popular polaco, Jerzy Buzek, ha puesto de relieve que Gazprom "usa la energía como un arma, así que nos dotamos de un escudo protector".
La Comisión Europea presentó esta propuesta legislativa el pasado 23 de marzo, a la que el Parlamento Europeo dio el respaldo el pasado abril para iniciar su procedimiento acelerado.
Almacenamiento y consumo del gas
Los Estados miembro harán un esfuerzo por tratar de alcanzar el 85% de la capacidad de almacenamiento subterráneo de gas en 2022 de forma conjunta y la obligación de almacenamiento se limitará al 35% del consumo anual de gas de cada país de la UE en los últimos 5 años, una medida con la que se pretende evitar el impacto desproporcionado para aquellos países que cuentan con grandes instalaciones de almacenamiento.
Los países que no cuenten con instalaciones de almacenamiento de gas podrán recurrir a las de otros Estados miembro y tendrán acceso al 15% de su consumo anual de gas durante los últimos cinco años, para lo cual tendrán que cumplir con las obligaciones financieras para mantener los niveles de capacidad.
A este respecto, el presidente de la comisión de Industria de la Eurocámara y eurodiputado popular, Cristian Busoi, han indicado que los Estados miembro que "no tienen capacidad de reserva tendrán que alcanzar acuerdos con los otros Estados miembro para almacenar las cantidades necesarias".
El acuerdo incluye una certificación obligatoria para todos los operadores de almacenamiento de gas, a fin de evitar los riesgos derivados de influencias externas en infraestructuras que son críticas para la UE y que puedan poner en riesgo el suministro.