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La Eurocopa ya es historia

No es nada sano que en Euskal Herria sigamos lamiéndonos las heridas por el triunfo de España
Nico Williams y Mikel Oyarzabal / GEORGI LICOVSKI

Vuelvo a oír, patrias, vuestras aflicciones teóricamente contrapuestas pero perfectamente complementarias y hasta alineadas. Supura la hispanidad más silvestre por la herida de la diversidad en la que se basó el inapelable triunfo de la selección es-pa-ño-la (silabeemos bien, compañeros) con un negro con rastas, un morito menor de edad y dos gabachos firmando la gesta.

En el lado de acá, el abertzalismo irredento, incluyendo decenas de queridos amigos y conocidos de este humilde tecleador, echa las muelas y se pregunta, rasgándose el kaiku y la camisa de arrantzale, cómo hemos podido caer tan bajo como para que en nuestras calles proliferen camisetas rojas con el escudo borbónico y cánticos celebratorios a pleno pulmón con cada gol del combinado que algunos se engolfan todavía en denominar “estatal”, como si así conjuraran un mal de ojo.

¿Traidores?

Pero es que, como voy a escribir creo que por tercera vez en diez días, es lo que hay. Por alguna razón que éramos incapaces de imaginar hace unos años pero que probablemente tendrá explicación, buena parte de nuestros alevines educados desde los cero años en euskera y en los valores inmarcesibles del terruño, al alcanzar la edad de discernimiento, optan por todo lo contrario de lo que quisimos inculcarles. Les juro que sé de lo que hablo.

Desconozco si estamos ante algo reversible, una de esas modas que vienen y van al compás de las mareas de los tiempos, o si es un fenómeno sin marcha atrás.

Sí intuyo (o, mejor, sé) que no lo vamos a cambiar a base de pintadas como las de Elorrio tachando de traidores a Oyarzabal y Merino. No recuerdo, por cierto, ninguna hace cincuenta años contra determinados héroes del país que llegaron, se lo juro, a estrechar la mano a Francisco Franco luciendo una sonrisa. Si todos, empezando por servidor, no montamos el pifostio entonces, no es ni medio justo cargar con todo contra unos chavales, prematuros millonarios en acertada expresión del loco Bielsa, a los que lo de las patrias les suena a sánscrito. Y si no les suena, hacen como si fuera así porque lo fundamental para ellos es mejorar su caché... como le ocurre a cualquiera. ¿O es que a ustedes no?

20/07/2024