El joven marroquí muerto ahogado en Melilla el pasado día 11 de agosto cuando pretendía llegar a nado desde la costa de Nador a la ciudad española, Abdelfattah Ch., ha sido enterrado finalmente en el Cementerio Musulmán de Melilla después de que Marruecos haya rechazado abrir el puesto fronterizo por razones humanitarias, según ha denunciado.
La familia siguió el funeral desde el otro lado de la valla del cementerio de Sidi Guariach, que tiene una parte en suelo español y otro en el marroquí, dividido por la alambrada que separa la frontera entre ambos países.
A través de un comunicado de prensa, la sección de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en Nador ha asegurado que "las autoridades marroquíes se negaron a abrir la frontera para permitir transferir el cadáver a Nador para enterrarlo cerca de su familia" tras perder la vida en su intento de llegar nadando a suelo español.
Ante esta negativa, AMDH ha explicado que la familia siguió el desarrollo del funeral que se celebró en el cementerio melillense desde la parte marroquí del cementerio de Sidi Uariach, separados únicamente por una alambrada con una total visión de lo que ocurre a uno y otro lado de la valla.
"Al otro lado de la barrera y a unos pocos metros el padre, hermanas y hermanos del difunto observaban con tristeza la inhumación de su hijo sin poder tocar su tumba o leer algunos versículos del Corán", ha recalcado la asociación, señalando que se vivieron unas "escenas muy conmovedoras que demuestran que las autoridades no tienen ninguna consideración a la dignidad y los derechos de esta familia, incluso en caso de fallecimiento".
La AMDH ha concluido subrayando que al tiempo que expresa su profundo pésame a la familia del fallecido, "denunciando una vez más esta negativa de las autoridades que sólo aceptan abrir esta frontera cuando se trata de devolver a los solicitantes de asilo".
La organización no gubernamental (ONG), nada más producirse el triste desenlace a mediados de agosto, recibió una petición de ayuda de la familia del fallecido, que estaba casado y padre de hijos, para que mediara ante las autoridades de ambos países y así recuperar el cuerpo sin vida de Abdelfattah Ch. ante imposibilidad de costearse el traslado funerario por otros medios que no fueran a través de la frontera terrestre entre Melilla y Beni-Enzar, la ciudad marroquí más cercana a localidad española.
La entidad recordó que en este año y medio de pandemia "la frontera con Melilla ha sido abierta varias veces para operar devoluciones en caliente" y se pregunta "¿por qué no abrirla cuando se trata de aliviar el dolor de una familia y recuperar su cadáver?".
La ONG ha admitido que "los dramas del cierre de fronteras continúan" porque han sido varias las personas, tanto marroquíes como de otras nacionalidades, que han perdido la vida cuando intentaban llegar a nado desde Marruecos hasta las costas de Melilla y Ceuta, cuyos puestos fronterizos llevan cerrados desde el 13 de marzo de 2021 por razones sanitarias como consecuencia de la crisis del coronavirus.