El 4.074, segundo premio de la Lotería de Navidad ha ido a parar a Bizkaia con 1.250.000 euros a la serie, 125.000 el décimo. En Mungia y en la bilbaína calle Ledesma. En esta, en su número 16, que ya vendiera el Gordo en 2018, vuelve a ser noticia y su gerente, Maribel Pecharrómán, ha atendido ya a Onda Vasca, el primer medio de comunicación allí presente. Lo ha hecho esbozando una sonrisa de oreja a oreja: " Encantada de haberlo dado, muy contenta".
La lotera reconoce que el agraciado no ha sido precisamente este año un número demasiado buscado ni querido. De hecho, "ha sido increíble. Lo tuvimos que tener colgado, lo quitábamos, lo poníamos para no aburrir a la gente porque no gustaba nada, pero ayer, sorprendentemente, gustó más. La gente subía de comer el talo en Santo Tomás y se vendió. No sabemos cuánto porque fue a última hora y no podemos cuantificar, pero algo se ha devuelto tristemente".
Maribel Pecharromán también tiene en su fuero interno de la alegría de haberlo vendido mayoritariamente en ventanilla. "El cara a cara y el contacto con el cliente no tiene nada que ver", subraya la gerente, que cuatro años después vuelve a repartir felicidad y grandes cantidades de dinero, que espera "haya tocado a la gente que de verdad lo necesita".
Mungia también celebra la alegría de haber caído el segundo premio, el 4.074, poco más allá de las diez y media de esta mañana. Maite, la representante de la administración número 3 de la localidad, la de Lauaxeta. reflejaba ante los micrófonos de Onda Vasca "una gozada, un gusto...¡un todo! Estamos de suerte, lo merecemos. No nos lo creemos, es increíble. La gente se está acercando y otros lo deben estar celebrando en el bar".