Qatar. Sangre, dinero y fútbol es el libro en el que el periodista Fonsi Loaiza (Cádiz, 1990) refleja, a través de una investigación, las relaciones entre las empresas españolas y el Mundial de Catar 2022, al que llama “el Mundial de la vergüenza y la infamia”. Desde la librería Katakrak de Pamplona, Loaiza presentó mediante una charla su trabajo, haciendo un llamamiento al boicot y honrando “a los periodistas valientes que se atreven a contar las miserias de los Estados occidentales”. Algo que quiere hacer ver Loaiza en su obra, es que “los jeques árabes se han dado cuenta de que para dominar el mundo deben dominar el deporte y por eso vemos a Juan Carlos I, el Borbón, el ladrón, en una isla privada del propietario del Manchester City”.
¿Qué habría pasado si no hubiese salido Blatter como presidente de la FIFA y, por el contrario, hubiese salido un presidente más honrado y transparente?
La FIFA es una mafia, una organización criminal que es imposible reformar. Usan el fútbol como negocio. Se ha demostrado que es una organización del crimen en la cual los equipos de fútbol tienen su dinero en paraísos fiscales. Lo demostró Rui Pinto con Fútbol Leaks y el único que fue a la cárcel fue él. Por tanto, es imposible cambiar la FIFA desde dentro. Incluso Infantino tenía un discurso de que había que reformar la corrupción, cuando él estaba dentro de esa mafia. Ahora está viviendo en un palacete en Catar y se le ha visto junto a bin Salman, que casualmente quiere la candidatura de 2030 para Arabia Saudí. Es imposible reformar la FIFA salvo que la tumben y se cree otra organización.
¿Cuándo empezó el fútbol moderno? ¿Cuándo comenzó ese declive?
En España, sobre todo, con la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas, con la cual se privatizó a los equipos de fútbol. Jesús Gil decía una frase de cómo funcionaba la corrupción en España: “Con la democracia ha cambiado la forma de hacer negocio. Antes se hacía en las cacerías con Franco, ahora en el palco del Santiago Bernabéu”. Luego ya la Superliga ha sido la parte definitiva de lo que conocemos como fútbol moderno. Esa idea de eliminar a los equipos más modestos y que solo aparezcan los grandes clubes. Además también está esa hipocresía de Laporta, Rosell y Florentino Pérez; que se supone que deberían llevarse mal, hacen negocios conjuntamente. Los que están en los palcos se defienden entre ellos usando el fútbol para que la masa esté peleándose mientras hacen negocio. Usan el fútbol para dividir y que la gente pierda esa conciencia social.
¿Tuvo que ver la afición en la cancelación de la Superliga?
Yo creo que sí. Salieron a la calle en masa y hubo decisiones políticas para que no se llevara a cabo. Por ejemplo, al ver ese apoyo masivo que llamaron Fuck Pérez, los que gobernaban dijeron a los jeques árabes y oligarcas rusos que si se iban a la Superliga seguirían el modelo de Alemania, es decir, que los clubes no pudieran tener más del 51% del accionariado. Por tanto, se echaron atrás gracias a los hinchas británicos.
Parte de los derechos televisivos del Mundial los ha comprado Televisión Española.
No nos vamos a enterar hasta que pase mucho tiempo de cuánto nos ha costado ese Mundial por parte de la televisión pública, que lo ha comprado con el dinero de todos sin transparencia alguna. No quieren informar de cuánto ha sido el gasto porque han llevado de comentaristas a Iker Casillas o Andrés Iniesta, que no tendrán sueldos bajos. Incluso TVE le llegó a pagar a Rafa Nadal 1 millón de euros por hacer declaraciones. Hay personas como Ibai Llanos o Héctor Bellerín que se han mostrado contrarios a esto, pero los demás se han apuntado todos.
¿Qué opina del discurso de que el Mundial servirá a los países árabes para abrirse más en temas de políticas sociales?
Eso es una estafa que nos cuentan. Va a servir para dar más dinero a los grandes millonarios y a los futbolistas que están cobrando por lavar la imagen de Catar. Se han gastado mil millones de euros para que los futbolistas apoyen la sede. El propio Zinedine Zidane dijo que lo de los 15 millones de euros es la cuarta parte de lo que nos han dado. Cuando aparece Xavi Hernández diciendo que ahí la gente es muy feliz y que están mejorando gracias al Mundial, es una absoluta mentira. Están enriqueciendo los negocios de la dinastía que lleva 300 años ahí.
Kylian Mbappé declaró una relación con una persona transexual. Es el primer futbolista que declara algo así y sería curioso que tuvieran que darle la Copa del Mundo a él si gana Francia.
Catar es propietario de Mbappé, poco puede hacer. De los futbolistas solo podemos esperar que tengan cuentas en paraísos fiscales. En Brasil que futbolistas como Neymar o Robinho han apoyado a Bolsonaro. Gente que viene de abajo se ha puesto de parte de la ultraderecha...