La firma de moda de Orio de tres amigas de toda la vida

Tres amigas de toda la vida; Estela Atorrasagasti (Orio, 1994), Goiuri Unanue (Orio, 1994) y Maria Arruti (Orio, 1994) crearon Lama the Lab en 2020, una marca tras la que diseñan piezas para que trasciendan las tendencias del momento y se conviertan en básicos que se puedan utilizar cada temporada. Además, cada colección se diseña en base a la anterior, por lo que en vez de reinventar el fondo de armario, el objetivo de Lama the Lab es que se conviertan en complementarias.

El origen de Lama the Lab se remonta a después de la pandemia, momento en el que sus creadoras empezaron a plantearse las cosas. Sobre todo, comenzaron a preguntarse qué les gustaba, qué querían hacer y qué es lo que les gustaría aportar, y a raíz de una conversación fue cuando empezaron a darle forma a la idea. “Siempre hemos creído que nuestros perfiles podrían encajar perfectamente para crear un proyecto como este. Una diseñadora de moda, una ingeniera y una comunicadora”, explican las emprendedoras.

Respecto al tiempo que les llevó aprender a gestionar el proyecto, las tres chicas destacan que “no ha sido un camino fácil”. Sin embargo, desde el inicio de la firma han contado en todo momento con personas que les han guiado en todo el proceso. Además de que consideran que “el emprender no es fácil ni mucho menos”. Y es que ellas siempre han comentado que les ayuda mucho el hecho de ser un equipo, ya que están en comunicación constante y eso les facilita resolver cualquier problema o duda que pueda surgir. “Siempre es positivo compartir los pequeños logros que conseguimos”, destacan. Sin embargo, creen fervientemente que nada es fácil a la hora de emprender, por lo que requiere esfuerzo, perseverancia, ilusión y mucho apoyo. A lo largo de este camino se han rodeado de otros profesionales con los que han ido creando lo que ahora es Lama the Lab.

Aparte, estas emprendedoras vascas consideran que han conseguido conectar con otros proyectos muy interesantes. El año pasado, por ejemplo, lanzaron una pop up store de tres días en Getaria (Gipuzkoa) junto a mujeres emprendedoras con las que se sienten identificadas y a la vez admiran: Gigil Studio, Julia Lasa e Itsaso Artola.

“Es muy bonito conectar con otras personas que están haciendo lo mismo que tú”, sonríen. Y es que, pese a que no han vivido muchas anécdotas curiosas, siempre les hace ilusión encontrarse a otras mujeres vistiendo sus creaciones. Cuando reciben mensajes de amigos y amigas que les dicen “he visto Lama por la calle” les saca una sonrisa de oreja a oreja.

“Si lo quieres de verdad, no dudes en hacerlo”, es el consejo de estas jóvenes. Y es que pese a ser un camino duro, tiene muchas recompensas. Además, rodearse de personas que suman es clave en todo el proceso. “Y paciencia, mucha paciencia, ya que pese a que cueste ver los resultados y a veces no consigas lo que quieras, puedes apoyarte en tu entorno, creer en una misma y seguir luchando, que es lo imprescindible”.

“Creemos en Lama the Lab. Trabajamos duro en lo que creemos y queremos llegar a personas que aprecian el mensaje que queremos transmitir: diseñamos nuestras prendas para que puedan ser utilizadas y para que lleguen a convertirse en parte de tu historia. Queremos llegar a compartir momentos con muchas personas”, concluyen.

Las redes sociales, claves para llegar a una audiencia internacional 

En el caso de @lamathelab en Instagram, las redes sociales se han convertido en una herramienta clave para cualquier negocio. En su caso les han servido para llegar a una audiencia internacional, además de que consideran que crean contenido real y auténtico con el que la gente se pueda sentir identificada. “Poco a poco vamos creando una comunidad en la que intentamos celebrar a la mujer actual”, señalan. Para ellas es muy difícil imaginar un día a día sin redes sociales, pues son una plataforma que les ayuda a potenciar la voz de Lama the Lab.

Aparte, les permite conectar con gente afín a sus valores, la que respeta y valora el trabajo que hacen, y además lo celebra. Respecto al tema de los seguidores, van “poco a poco”, pues creen que no es fácil hacer crecer un negocio cuando se tiene “otro trabajo” que ocupa muchas horas del día. Las tres trabajan, y Lama the Lab pasa a veces a un segundo plano. Consideran que pese a que su crecimiento sea lento, ven resultados porque han conectado con influencers que creen en su proyecto, y “eso siempre suma”. Y es que la clave para ellas es crear contenido real con el que la gente se sienta identificada, además de que están seguras de que conocer otros proyectos y sumar entre todos es siempre satisfactorio.