La Fiscalía de Estados Unidos ha revelado que los investigadores encargados del caso en torno a Hunter Biden, hijo del presidente, Joe Biden, han hallado restos de cocaína en la funda de una de sus armas, por lo que han pedido a la Justicia rechazar las apelaciones presentadas por el investigado.
A medida que los fiscales ejercen presión en un intento por lograr que los cargos contra el hijo de Biden prosperen ante la Justicia, la Fiscalía ha manifestado que "existen pruebas fehacientes y fuertes" que echan por tierra la posibilidad de que Biden esté siendo objeto de un caso con motivaciones políticas.
Asimismo, han recordado que el propio Biden ha hecho "declaraciones incriminatorias" sobre su consumo de drogas en sus memorias, publicadas en 2021. Posteriormente, los investigadores hallaron restos de dicha sustancia en una funda de cuero marrón que utilizaba para una de sus armas.
"Para ser claros, los investigadores encontraron literalmente drogas en la bolsa donde el acusado había guardado su arma", han dicho, según ha recogido el diario estadounidense 'Politico'.
No obstante, Hunter se ha declarado inocente de los cargos que se le imputan por mentir sobre su consumo de drogas al rellenar un formulario para comprar un arma en 2018. Así, ha admitido que ha luchado contra su adicción al crack, pero sus abogados insisten en que no violó la legislación estadounidense.
Sus abogados han pedido al juez a desestimar los cargos por posesión ilegal de armas alegando que fue "acusado selectivamente" con fines políticos indebidos. En este sentido, han argumentado que el abogado David Weiss, que también se desempeña como fiscal federal de Delaware y fue nombrado por el expresidente Donald Trump, "cedió ante la presión política" para presentar cargos más severos de forma premeditada.
"Los cargos en este caso no son inventados o debido a las acciones de expresidente Trump. Son el resultado de las propias decisiones del acusado y fueron presentados a pesar de, no debido a", han puntualizado los fiscales.