La semana que viene la Audiencia de Gipuzkoa acogerá el juicio contra un hombre acusado de maltratar a su mujer de forma continuada en la vivienda que compartían en Orio y de violarla en tres ocasiones. La Fiscalía de Gipuzkoa pide para él penas que suman 20 años y 9 meses de prisión y una compensación de 18.000 euros para la víctima.
El hombre que se sentará en el banquillo está acusado de diferentes delitos de violación con la agravante de género, maltrato, coacciones, amenazas y vejaciones injustas. Según recoge la Fiscalía de Gipuzkoa en su escrito de acusación provisional, la pareja convivió en un piso de Orio hasta el año 2019 y tuvieron dos hijos. Durante su convivencia el acusado, presuntamente, habría sometido a su esposa a "un continuo hostigamiento, menosprecio y humillación" con ánimo de "menoscabar su autoestima y su moralidad".
Según el documento de la Fiscalía, el hombre habría proferido contra su mujer insultos y expresiones como "no vales para nada", "puta", "mala madre" o "paranoica", entre otros. Además, al parecer, el acusado ejercía "un continuo control del teléfono móvil" de la víctima, de sus "movimientos, vestimenta y de las personas con las que se relacionaba", hasta el punto de esconderle las llaves de su lugar de trabajo "para que no pudiera ir".
Así mismo, la Fiscalía describe varios episodios de agresiones violentas como un puñetazo en el ojo, o una herida en el pie provocada por un plato lanzado, supuestamente, por el acusado contra la mujer.
Tres violaciones
Además del maltrato continuado y el control, el hombre está acusado de tres agresiones sexuales sobre su mujer. Según la Fiscalía de Gipuzkoa, la primera de ellas ocurrió en diciembre de 2018 en el interior de un baño del Hospital Donostia. Entonces, el acusado propuso a su esposa mantener relaciones sexuales allí y, "ante la negativa de ella", presuntamente la forzó y violó.
Un mes más tarde la violación se habría repetido, en esta ocasión, en el garaje de su vivienda. Y la tercera agresión sexual habría tenido lugar en el propio domicilio de la pareja, mientras la víctima dormía, el acusado se puso presuntamente sobre ella, despertándola y forzándola contra su voluntad.
En ninguna de las ocasiones, la víctima acudió al médico. Sí decidió poner fin a la relación con el acusado aunque, según recoge la Fiscalía de Gipuzkoa, el hombre continuó llamándola "insistentemente" e, incluso, le siguió por la calle.