La Audiencia Provincial de Zamora ha iniciado este lunes el juicio contra un empresario de la capital para quien el Ministerio Fiscal pide 54 años de prisión por seis delitos de agresión sexual a menores que eran amigas de sus hijas.
Los hechos juzgados, por los que las acusaciones elevan las penas a 69 años mientras que la defensa solicita la libre absolución, se remontan a entre los años 2017 y 2022, cuando las víctimas tenían entre 11 y 14 años y comenzaron los abusos. El acusado supuestamente aprovechaba la invitación que sus hijas hacían a amigas para que acudieran a su casa o les acompañaran en vacaciones para cometer los abusos.
Fue una de las menores la que destapó el caso y posteriormente se unieron el resto de las denunciantes. Esa víctima ha sido la primera en declarar en el juicio y relatar los supuestos abusos que sufrió tanto en la vivienda del acusado, que era el padre de una de sus mejores amigas, como en dos casas vacacionales en Altea y en Marbella.
Para ello, la primera vez se valió de que a esa menor le dolía la espalda y con la disculpa de darle un masaje le tocó el culo, la vagina y el pecho, y en otra ocasión consumó la agresión sexual. La menor se decidió a denunciar lo ocurrido después de que su amiga e hija del acusado le confesase que también otra amiga había sufrido un episodio de agresión sexual.
Ha relatado además que hacía regalos y les daba dinero tanto a ella como a sus amigas, a las que se ofrecía a dar masajes e insistía para que accedieran. El juicio está previsto que se prolongue durante cuatro o cinco jornadas en las que, además de las víctimas, familiares y el propio acusado, está previsto que presten declaración testigos y peritos.
El Ministerio Público pide en sus conclusiones provisionales por las agresiones a una de las víctimas 16 años y medio de prisión, 12 años por las sufridas por cada una de otras dos denunciantes, cinco años y medio por lo sucedido con cada una de otras dos víctimas y dos años y siete meses por la última. Por su parte, las acusaciones particulares elevan a 35 años las penas de prisión por las agresiones a tres de las niñas, 16 años y medio a otra, 12 años y medio a la quinta víctima y cinco años y medio a la última. El acusado está en prisión provisional desde que ocurrieron los hechos