La Fiscalía ha pedido este jueves una pena de 18 meses de cárcel exentos de cumplimiento para el actor Gérard Depardieu por las agresiones sexuales de las que afirman haber sido víctimas dos trabajadoras de la película 'Les volets verts', durante el rodaje del film en septiembre de 2021.
Antes de conocer esta petición, la abogada de una de las mujeres ha denunciado "un sistema de impunidad" que protegió al actor de tener que responder de ese tipo de actos que llevaba cometiendo "durante decenas de años".
La letrada Carine Durrieu-Diebolt ha trazado un paralelismo entre este proceso y otros recientes de agresiones sexuales, como el de Gisèle Pelicot, porque comparten un elemento: durante muchos años, esos comportamiento quedaron silenciados.
Para Depardieu, lo que ocurrió según la abogada es que el silencio que los rodeaba condujo a una "normalización". Las razones que lo explican son, más allá de la prescripción de muchas de las supuestas agresiones sexuales por el actor que han denunciado recientemente hasta más de una veintena de mujeres, el hecho de que "había una relación jerárquica", porque Depardieu es "una potencia artística, una potencia económica" en el cine.
"Depardieu, cuando toca el cuerpo de las mujeres, ejerce su potencia sobre ellas" porque "se instala una relación de fuerzas", indicó Durrieu-Diebolt, que añadió que el actor practica incluso "hasta un menosprecio de clase".