La Fiscalía de Gipuzkoa ha rebajado su petición de pena de cárcel para el principal acusado de la muerte de Santi Coca, el joven donostiarra de 17 años fallecido tras recibir una paliza a las puertas de una discoteca en Donostia. En la sesión de esta mañana, las partes han emitido su alegado final, tras escuchar a testigos, ertzainas y peritos durante el segundo juicio en el que se analiza la muerte de Santi Coca y en el que el principal acusado de provocar esta muerte, Mohamed Osama -más conocido como 'el argelino'- se sienta en el banquillo de los acusados, después de que en el primer juicio se encontrara en paradero desconocido tras haber huido a Francia.
En la sesión de esta mañana, la fiscal ha pedido 15 años de cárcel para el acusado al considerar que cometió un homicidio. Rebaja así su petición inicial de 20 años de prisión, en la que calificaba el delito que le imputa a Osama de asesinato. Mientras, el abogado de la acusación popular -ejercida por el Ayuntamiento de Donostia- ha mantenido su solicitud de 20 años de cárcel por asesinato.
La defensa, por su parte, ha pedido la libre absolución, tal y como viene reclamando desde el inicio de este juicio. Además, ha solicitado que se aplique a su representado, de forma subsidiaria, la atenuante de embriaguez y arrebato.
Tras escuchar a las partes, ahora el magistrado, que preside la sala en la que se está celebrando este juicio, deberá elaborar el objeto del veredicto que se entregará al jurado, previsiblemente, el lunes que viene, 18 de noviembre.
Primer juicio con un condenado
Hace un año se celebró un primer juicio por la muerte de Santi Coca. En aquella ocasión, se sentaron 5 acusados en el banquillo. El juicio finalizó con la absolución de cuatro de ellos y la condena de uno de los imputados a tres años y medio de prisión por homicidio imprudente.
Ese primer juicio se llevó a cabo con la ausencia del principal acusado de propinar la patada que acabó con la vida de Santi Coca. Mohamed Osama, más conocido con el sobrenombre de 'el argelino', se encontraba en paradero desconocido tras haber huido a Francia. El pasado mes de febrero fue localizado por la policía en Draguignan, una localidad de la Costa Azul francesa, y detenido. Desde entonces, ha permanecido en la cárcel.