Los inspectores de pesca de Gipuzkoa se han concentrado esta mañana frente a la Subdelegación del Gobierno en Donostia, y anuncian huelga indefinida a partir del 3 de marzo, para llamar la atención sobre su situación. Denuncian que los ministerios españoles de Agricultura, Pesca y Alimentación y de Organización Territorial -de los que dependen- se niegan a reconocerles la disponibilidad y los horarios especiales que deben realizar para llevar a cabo su trabajo con garantías.
En declaraciones a ONDA VASCA, una de las inspectoras de pesca que trabaja en Gipuzkoa, Carolina Martínez, nos ha explicado que sus horarios dependen de la entrada de los barcos a puerto o de los abordajes que deben realizar para llevar a cabo las inspecciones. "Nosotros nos somos unos funcionarios al uso, que trabajemos 8 horas en una oficina, sino que trabajamos en puerto, haciendo embarques, haciendo abordajes en la mar, en helicópteros, etc... Y, sobre todo, trabajando unos horarios: mañana, tarde y noche, fines de semana..." nos cuenta Carolina Martínez quien especifica "para el cuerpo es mucho 'tute' porque ni siquiera son unos turnos, cada día es una cosa". Y, denuncia, "esto no se nos retribuye".
Martínez afirma que durante años, han flexibilizado esos horarios por la voluntad de los trabajadores. Sin embargo, hace 3 años se plantaron, reclamando que les reconozcan la disponibilidad. Denuncian que ante esto, para no retribuirles esas circunstancias, les organizan los horarios con un mes de antelación. "Entendemos que esto no es eficaz", denuncia Martínez, "de hecho, yo, un tercio de mi jornada voy a puerto y no hay barcos porque con un mes de antelación es imposible acertar. Pero se hizo con toda la intención de negarnos la disponibilidad, de negar la propia naturaleza de nuestro trabajo". Y añade: "aparte de la reclamación monetaria, es también una cuestión de frustración personal porque no nos dejan hacer bien nuestro trabajo".
Consecuencias negativas para los arrantzales
Los inspectores de pesca de Gipuzkoa subrayan que llevan con estas reivindicaciones desde que se creó el puesto en este territorio, hace ya 30 años. Dicen que el sistema actual hace que no lleguen a cumplir su trabajo con los requisitos que marca la Unión Europea y temen que esto pueda traer consecuencias para el sector de la pesca.
Según relata Carolina Martínez, antes el sector de la pesca español "tenía un prestigio internacional innegable, reconocido en todos los foros". Sin embargo, desde que hace tres años los inspectores de pesca decidieron plantarse y realizar el trabajo como marca la dirección del servicio, "no llegamos a los estándares mínimos que pide la Unión Europea. Y esto va a repercutir en sanciones para España que pueden ser de dinero o pueden ser en forma de recortes de cuota para la flota".
Huelga en plena campaña del verdel
"Al final es el sector el primer interesado en que la inspección de pesca sea eficaz", defiende Martínez, "porque un desprestigio de tu sistema de control te puede venir en contra". Además de ello, advierte esta inspectora de pesca, que la huelga indefinida convocada por los sindicatos CCOO y ELA a partir del 3 de marzo, coincidirá en el Cantábrico con la campaña del verdel. Esto que puede suponer que el precio del pescado en lonja baje, al entrar verdel capturado fraudulentamente, y que quienes salgan perjudicados sean los arrantzales que faenen de forma legal.
La del verdel, advierte Carolina Martínez, "es una campaña muy mirada por Europa, siempre ponen los ojos encima de España a ver cómo lo hacemos. Y, bueno, pues no vamos a llegar a los mínimos: quien quiera infringir, lo va a tener fácil. Eso, al final, disminuye el precio del pescado en lonja y quien ha pescado legal se ve perjudicado".