La formidable defensa de Vitoria

El cómic de la asociación cultural Martin Ttipia 'Gasteiz 1200. Defentsa amaigabea' revive cómo los habitantes de Nova Victoria la protegieron con fiereza durante el largo asedio que sufrieron

Unos arqueólogos que se encuentran en El Campillo de Vitoria haciendo una excavación encuentran una capa de cenizas que corresponde a la época en la que se incendió lo que era entonces la villa, en 1204, después de la conquista castellana. Empezaron así a hablar entre ellos de lo que pasó y de las causas de esa conquista. Son las primeras viñetas del cómic Gasteiz 1200. Defentsa amaigabea, un proyecto que nace de manos de la asociación cultural Martin Ttipia, colectivo que lleva el nombre del gobernador que la defendió del ataque que sufrió la ciudad por parte del ejército del Reino de Castilla. Sin embargo, los vitorianos, que la defendieron con fiereza fortificándola y alargando el sitio a nueve meses, son los verdaderos protagonistas de esta historia con la intención de sumergir al lector en esta formidable defensa.

"En 2017 hicimos un teatro de calle en Vitoria, en el que participaron más de 200 personas, en torno a la figura de Martin Ttipia y sobre la conquista de los castellanos en el año 1200. Ahora, la idea ha sido hacer un cómic y aunque es el mismo tema, no tiene nada que ver. Nos hemos querido centrar más en los vitorianos y vitorianas que en el hecho histórico porque fueron los protagonistas. Estuvieron nueve meses de asedio y encima lo pasaron fatal. Al final, tuvieron que rendirse porque no tenían para comer. De hecho, la conquista empezó antes de recoger las cosechas y tenían los almacenes vacíos", destaca el guionista de este cómic, el historiador y miembro de la asociación Martin Ttipia, Fernando Sánchez Aranaz.

UN guion que parece de 'peli' El objetivo, en definitiva, es dar a conocer esta historia, un guion que aunque parece de película, ocurrió en estos lares: "Nos llevamos un par de sorpresas cuando hicimos el teatro de calle: una, que casi nadie tenía ni idea de todo esto y la segunda, que casi todo el mundo que se acercó, se interesó mucho por el tema y por eso hemos querido también hacer este cómic. Somos una asociación cultural que tiene el objetivo principal de difundir la historia de Álava en su relación con el Reino de Navarra, más que nada porque creemos que la historia que se nos ha contado muchas veces no tiene mucho que ver con la realidad", destaca Sánchez Aranaz.

Si bien, esta vez la cuenta con un género distinto, el del tebeo, "porque pensamos también que hay un público distinto, más joven, y porque el cómic lo puedes tener en casa y lo puedes coger y leer en cualquier momento, mientras que el teatro es una cosa que ya ha pasado".

La parte más complicada, a su juicio, ha sido la de materializar la idea, y, por contra, la más agradable, "es la de difundirla, porque es un tema que nos gusta y queremos que la gente sepa qué es lo que ha pasado, que tengan todos los datos. Por eso nuestro mayor deseo es que la gente lo lea y que le surjan esas preguntas para que cada uno investigue y busque la verdad".

En total, cuenta esta historiador que llevar a cabo este proyecto les ha costado "un par de años, entre una cosa y la otra" y ahora ya está casi todo hecho, a falta de pasar los dibujos a limpio, de los que se encarga, por cierto, Aritz Ibarra. "Un hombre que dibuja de maravilla", como le describe Sánchez Aranaz, por lo que la destreza de Ibarra fue otro de los grandes motivos para decantarse por contar la historia del asedio de Nova Victoria en forma de cómic.

A la hora de hacer realidad esta iniciativa también ha contribuido Oihaneder Euskararen Etxea y Gauekoak en colaboración con Batera. Proyectos culturales juntos, puesto que Gasteiz 1200. Defentsa amaigabea fue seleccionado para esa convocatoria.

Recogida de fondos Con el fin de poder publicar el cómic, la asociación cultural Martin Ttipia también lanzó una campaña de recogida de fondos, a través de la plataforma vasca Itsulapikoa (https://www.itsulapikoa.eus/es/proyectos/gasteiz-1200-defentsa-amaigabea-eleberri-grafikoa), para la que pedían un mínimo de 6.500 euros, de los que finalmente llevan recaudados 6.490 euros. Las donaciones se podían hacer a partir de 20 euros y daban derecho a un ejemplar. La idea es presentar esta publicación de 46 páginas en la Azoka de Durango "y adquirirla en cualquier librería".