Araba

La fórmula de las cooperativas de vivienda para fijar población

Iniciativas como la que se desarrolla en Villanueva de Valdegovía pretenden retener a la gente de la zona
Terreno en el que se construirán viviendas en Valdegovía.

El director de Reto Demográfico de la Diputación cree que la fórmula de la constitución de cooperativas para construir vivienda en los pueblos alaveses, como la que promueve una veintena de viviendas en Villanueva de Valdegovía, supone un acierto y debería extenderse a todo el territorio. “Evitas la masificación, fiscalmente es positivo para los cooperativistas y para los pueblos es bueno”, afirma Iñaki Guillerna, quien considera que las administraciones públicas deberían favorecer este tipo de iniciativas facilitando el acceso a los suelos necesarios.

Según explica, la gran diferencia entre una cooperativa y otro tipo de promociones es que en el primer caso generalmente la gente que va vivir en las nuevas viviendas proviene de la zona “y quiere vivir en la zona”. Guillerna explica que dichas iniciativas deberían diseñarse en una proporción adecuada al tamaño del pueblo en el que se vaya a levantar, –“pueden ser seis viviendas, pueden ser tres”–, y mantener así el balance imprescindible para un desarrollo en armonía de estos núcleos.

“Todo esto hay que acomodarlo, si yo soy el único ganadero del pueblo y vienen diecinueve nuevos vecinos desde Vitoria probablemente tendré quejas de mis vacas, y por eso hay que buscar un equilibrio para conciliar formas de vida diferentes en un mismo punto de encuentro”, afirma.

A partir de ahí, si se hacen las cosas bien, el mejor fruto que puede llegar es que en el pueblo haya niños. “Esa es la pista de que un pueblo tiene futuro”, señala Guillerna, que pone como ejemplo su municipio, Kuartango, donde todos los días un autobús escolar se llena de menores. Pero insiste, la cuestión es si esos niños viven en Zuazo, una localidad que crece de forma sostenida desde hace años, o de los pueblos de alrededor, algunos de los cuales, como Tortura o Marinda, tenían un solo habitante a finales de 2021.

Vuelve así a su argumento de partida; los ayuntamientos y juntas administrativas deben decidir cómo quieren ser en el futuro. “En Álava la gobernanza está muy abajo y eso es algo bueno, pero implica que nosotros tenemos que decidir; si nos equivocamos, nos equivocamos nosotros”, concluye.

25/10/2022