Vida y estilo

“La fotografía es una herramienta de inclusión social”

Paulina Rojas-Paz intenta llevar siempre una cámara junto a su libreta donde registra la poesía que circula a nuestro alrededor. Con el tiempo se ha acercado de forma intimista a la mirada del otro a través del retrato, del autorretrato, del espacio como
Paulina Rojas-Paz es chilena pero desde 2021 vive en Bilbao.
Paulina Rojas-Paz es chilena pero desde 2021 vive en Bilbao. / P.R.P.

A Paulina Rojas-Paz siempre le gustó la fotografía, pero en su Chile natal ni la fotografía ni las bellas artes fueron una opción. Así que estudió Trabajo Social por vocación hasta que se trasladó a Valencia para un postgrado en Derechos Humanos. Pero la pandemia lo cambió todo. “Cambiaron mis intereses vitales y en 2021 llegué a Bilbao donde decidí estudiar en la Escuela de fotografía Blackkamera para aprender aspectos técnicos del uso de la cámara y explorar la fotografía como expresión creativa o documental. En Bilbao la fotografía me capturó de otra forma y decidí no soltar ya más mi cámara”, reconoce sonriente, esta apasionada de la historia que desde Kulturbegi y la Escuela de fotografía Blackkamera colabora con Bakerako Lankidetza Batzarrea y con la Agencia Vasca de Reinserción Social Aukerak.

Paulina Rojas-Paz defiende la fotografía como herramienta de intervención social.

Paulina Rojas-Paz defiende la fotografía como herramienta de intervención social. P.R.P.

Colabora con la Kooperatiba Social Kulturbegi. ¿Por qué?

Kulturbegi es una cooperativa con el objetivo de contribuir a la inclusión social mediante la socio-educación fotográfica y en artes visuales. Colaboro con ellos porque es interesante el modelo de intervención social que proponen a través de la fotografía. El ecosistema de intervención social puede incorporar nuevos enfoques de actuación y en ese contexto la fotografía y las artes visuales pueden ser un instrumento útil para el tejido social que lo requiera.

Estás integrada en la Escuela de fotografía Blackkamera. ¿Cuál es su finalidad?

Ofrecemos una formación sólida a quienes deseen iniciar su camino como profesionales, así como para quienes desean usar la fotografía como un hobby. Por otro lado, la finalidad de Kulturbegi es usar la fotografía como herramienta para la integración socio-laboral.

Hay que fortalecer el ecosistema de la llamada economía naranja

¿Qué papel puede desarrollar la fotografía y las artes visuales en un proyecto global de inserción social?

Hoy en día existe una creciente digitalización de las imágenes y ello nos permite buscar respuestas de intervenciones sociales creativas e innovadoras que contribuyan a la equidad, el trabajo en red y la multidimensionalidad para la inclusión social en los sectores más vulnerables. Por ejemplo, en el proyecto que hemos formulado desde Kulturbegi las personas beneficiarias a través de la fotografía pueden desarrollar tanto habilidades técnicas como sociales para favorecer su reinserción socio-laboral y convertirse en actores sociales activos. Algunas están realizando prácticas formativas para su reinserción social y laboral; otras han expuesto proyectos colectivos de fotografía, logrando reconocimiento en espacios culturales, lo que tiene un impacto positivo en su autopercepción y bienestar. Nuestra propuesta a través de la fotografía pretende sumar a las redes sociales que intervienen en el territorio vasco y ser un actor más que aporte al enfoque de multidimensionalidad propuesto por las instituciones europeas.

¿Cómo valora la ayuda de la Diputación a vuestro proyecto, es suficiente, es un inicio, debe prolongarse, debe incrementarse…?

Es muy importante que las instituciones públicas, y en nuestro caso la Diputación foral, apoyen proyectos que impulsen la intervención social con nuevos y diversos enfoques. No solo es un apoyo económico, sino también un respaldo institucional. A partir de ahí, sería muy conveniente que se pudiera prolongar en el tiempo más allá de un año, porque, desde luego no hay que verlo como un gasto, sino como inversión social que puede permitir prevenir gastos futuros y fomenta la actividad económica y la innovación.

En Bilbao decidí no soltar mi cámara

Si pudiera captar una foto del pasado reciente que estudia en el máster de Historia Contemporánea que cursa en la UPV/EHU, ¿cuál sería el punto de mira de su objetivo?

Creo que usaría un objetivo de 50 mm ya que es el que más se aproxima a la visión de las personas. La foto la tomaría en blanco y negro, porque me genera una sensación de suspensión del tiempo y de la imagen como un recuerdo. Si lo llevo al plano de mi formación, sería una fotografía que recogiera alguno de los elementos que componen la historial social y cultural en un territorio, tal vez una imagen que reflejara los rostros y el espacio público de un periodo como memoria de la historia social. Pienso en imágenes de Eulalia Abaitua, Tina Modotti o Graciela Iturbide.

Por si alguien se anima a colgarse la cámara al cuello, ¿da para vivir la dedicación a la fotografía, o se vive siempre suspirando porque no hay luz suficiente?

Conozco gente joven que se ha colgado la cámara y está haciendo su camino con ella. A cada uno lo puedes ver con diferentes estilos, por ejemplo, fotografías de boda o fotografías corporativas, entre otros formatos. Otras personas lo complementan con herramientas de 3D. Hay quienes complementan con la cámara su trabajo diferente al contexto fotográfico, depende del carácter de cada persona. Bizkaia es un territorio pequeño, pero con mucho talento y con posibilidades de atraer más. Por ello, sería necesario que las escuelas de fotografía, cine, diseño, imagen y sonido se relacionaran más entre sí, generando sinergias a través del intercambio formativo para así favorecer la empleabilidad y el emprendimiento de los jóvenes profesionales y fortalecer el ecosistema de la llamada economía naranja, un sector con mucha potencialidad en la economía social.

2025-01-21T01:27:34+01:00
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