Pamplona – La crisis energética y la incertidumbre económica marcan el inicio de un curso político que la portavoz de Geroa Bai encara con “preocupación”. “Como todos, imagino”, matiza Uxue Barkos, que sin embargo cree que Navarra está “razonablemente preparada” para hacer frente a la situación tanto económica como social. “En estos momentos sobran discursos grandilocuentes. Hace falta un esfuerzo conjunto, sobre todo por parte de aquellos que más tienen. Es el momento de remar juntos”, señala la expresidenta, que vaticina que su formación volverá a ser determinante para formar gobiernos alternativos a UPN tras las próximas elecciones. “Geroa Bai es imprescindible, y el mejor ejemplo lo tenemos en la Comarca de Pamplona”, afirma.
Todos los indicadores apuntan a un otoño complicado en lo económico. ¿Le preocupa?
–Sí, supongo que como a todos y todas. Pero creo que si hacemos todos un esfuerzo podemos salir adelante y hacerlo además con fortaleza.
¿Qué tipo de esfuerzo hace falta?
–Un esfuerzo conjunto, empezando por las administraciones públicas. Debemos evitar que se agranden las bolsas de pobreza y debemos ayudar a las rentas bajas y medias para que encaren con mayor fortaleza esta crisis. Y eso nos exige un esfuerzo al conjunto de la sociedad.
Sin embargo el debate político gira ahora en torno a la supresión del Impuesto del Patrimonio.
–Es verdad, y me horroriza. Es una irresponsabilidad que no hace sino aumentar la brecha social. Algunos, y algunas, parecen no entender que la sociedad más rica es aquella en la que la pobreza es menor.
¿Es partidaria de armonizar impuestos para evitar la competencia fiscal entre comunidades?
–La armonización no puede pasar por la imposición, eso de entrada. En todo caso, el problema de la senda iniciada por Madrid hace ya muchos años no es tanto el dumping fiscal, sino la irresponsabilidad del PP, que al final lleva al desprestigio de las políticas fiscales y de las Haciendas Públicas. Ahí está el problema.
¿Habrá medidas fiscales en Navarra contra la inflación?
–Indudablemente, pero no de este tipo. Nuestro objetivo es acompañar a las rentas medias y bajas. Pero cuidado, debemos hacerlo con una Hacienda Foral saneada que nos permita repartir los esfuerzos.
El problema es que ese reparto casi siempre acaba siendo desigual.
–Porque las crisis económicas recientes las han gestionado gobiernos liberales y conservadores que han dedicado los esfuerzos a hacer rebajas fiscales que se han demostrado equivocadas y que no han hecho sino acrecentar la desigualdad. En todo caso, vamos a esperar a que Hacienda, que es a quien compete esta cuestión, haga una propuesta que seguro será equitativa.
El Gobierno de Navarra ha presentado esta semana su techo de gasto. Será el presupuesto más alto de la historia. ¿Le convence?
–Es un techo de gasto que se corresponde con la realidad que estamos viviendo. Hay más ingresos como consecuencia de la inflación, pero por el mismo motivo también habrá mayor gasto. Así que tampoco creo que se pueda considerar un presupuesto expansivo. La mayor parte del incremento está ya delimitado.
¿El Gobierno foral peca entonces de optimismo?
–El mensaje institucional debe estar sujeto a la realidad, no a los deseos. Debemos ser serios y rigurosos con esto. Porque ante un incremento de 450 millones habrá sectores, colectivos y entidades que consideren que es un buen momento para solventar aquellas cuestiones que se habían retrasado hasta ahora. Y me temo que no va a ser exactamente así.
¿Es sostenible ajustar el capítulo de personal a una inflación cercana al 10%?
–En este tema estamos condicionados por lo que marque el Estado. En cualquier caso, me parecería razonable. De la misma forma que pedimos un esfuerzo a las empresas para que actualicen los salarios, la Función Pública debería trabajar en la misma senda.
¿Prevé dificultades para pactar el presupuesto dentro del Gobierno?
–Habrá dificultades pero serán superadas. En Geroa Bai siempre hemos subrayado la importancia de la estabilidad, mucho más en momentos como este. Con reivindicaciones y con cesiones también. Es el trabajo que toca ahora. Pero veo vocación y una voluntad de acuerdo en todas las partes.
¿Dónde habría que fijar las prioridades del presupuesto?
–En primer lugar en garantizar una buena cobertura social con la que hacer frente a la crisis. Pero con la misma ambición debemos garantizar también un apoyo al ámbito empresarial e industrial. La visión progresista no se puede limitar a las políticas de gasto. Debemos poner especial atención en aquellos proyectos que busquen generar empleo, generar riqueza y apuesten por la soberanía energética.
¿Pide más fondos para el Departamento de Desarrollo Económico?
–Estoy pidiendo más convicción en el acompañamiento de las empresas. Evidentemente el cauce y el canal es el que es. Pero hace falta más ambición en ese objetivo, y se debe trasladar a los presupuestos. Hay que poner el acento donde hay que ponerlo
¿Lo de Volskwagen es tan serio como parece?
–Hay incertidumbres ante las que no podemos cerrar los ojos. Y me refiero no solo a Volkswagen, también a todo el cinturón de proveedores. La electrificación va a tener un coste y se tiene que llevar a cabo de manera ordenada. El grupo tiene su estrategia, pero desde las instituciones navarras debemos defender de manera unitaria los intereses de la planta. Interferencias de tipo político no deben dañar los acuerdos alcanzados en su día por el comité de empresa con la dirección.
¿Cómo valora la actuación que está teniendo el Gobierno de Navarra?
–La acción de Gobierno en este tema es muy necesaria. Por eso le pedimos que se visualice más. Esos mensajes que se envían al mundo industrial y al universo Volkswagen son importantes. Pero especialmente lo son ante las instituciones españolas. No vaya a ser que alguien tenga la tentación de dirimir los problemas de la planta de Martorell a costa de las potencialidades de la planta de Landaben.
¿Le falta firmeza al Gobierno de Navarra en su relación con Madrid?
–No me corresponde a mí decirlo. La presidenta siempre ha aludido a la discreción en determinadas actuaciones y lo respetamos. Pero la discreción y la lealtad no están exentas de firmeza en la defensa de los intereses de Navarra cuando pueden verse perjudicados por la inercia de las instituciones españolas.
La competencia de Tráfico sigue pendiente. ¿Por qué?
–Es una buena pregunta, porque las condiciones políticas e institucionales para realizar un traspaso competencial como este son inmejorables. Este es un tema que Geroa Bai viene planteando desde 2018, y en el que vamos a seguir insistiendo. Lo dijimos, somos un socio leal pero también exigente. Si la firma no se produce en esta la legislatura será una derrota del Partido Socialista.
¿Juega Geroa Bai con dos barajas, la del Gobierno y la de la oposición, según el momento?
–No, para nada.
Pero no dudan en desmarcarse cuando conviene, incluso apoyando leyes de la oposición en contra del criterio del Gobierno foral.
–Pero eso también lo ha hecho el PSN con la Ley de Símbolos por ejemplo. Somos un Gobierno de coalición y debemos ver con total normalidad este tipo de situaciones. Comprendo que a veces podemos ser el más incómodo de los socios, pero nunca hemos estado en la pancarta. Y podíamos haberlo hecho.
¿En qué tipo de pancarta?
–En materia de euskera por ejemplo. Hay reivindicaciones que compartimos y podíamos haber estado en algunas movilizaciones.
¿Y por qué no lo han hecho?
–Porque somos parte del Gobierno y lo que nos corresponde es reconducir la situación de la mejor manera posible desde dentro, que es donde se hacen las políticas. Ese es el papel de Geroa Bai y creo que, pese las dificultades, el balance en materia lingüística es positivo.
Sin embargo, seguimos sin decreto de méritos ni plan estratégico del euskera.
–Sí, y lo lamentamos mucho. Pero no será por Geroa Bai. Se lo hemos dicho muchas veces al PSN, no puede hacer del miedo uno de los ejes de su acción política. Realmente, no creo que en esto haya diferencias políticas. Lo que hay es el miedo electoral del PSN a asumir cuestiones que son básicas para la convivencia.
¿Y en qué situación deja eso a Geroa Bai?
–En la de seguir trabajando desde las competencias que tenemos en el Gobierno. Es verdad que el plan estratégico del euskera está sin aprobar, pero eso no quiere decir que no se esté ejecutando. Lo hace, avanza y el euskera sigue adelante. Basta echar la vista atrás y ver todo lo que se ha logrado en estos siete años. Por eso hay que resistir, porque solo así se ganan esas pequeñas batallas que nos llevan a la normalización y a la convivencia.
¿Considera que se gestionó bien la compra de mascarillas al inicio de la pandemia?
–No tengo ninguna duda. Otra cosa es que en una revisión actual se puedan encontrar defectos de forma, que es lo que se ha encontrado. Pero me siento orgullosa de un Gobierno que, tanto en Salud como en Desarrollo Económico, se la jugó y se partió el pecho por tener mascarillas y, por lo que sabemos hasta ahora, a un precio más que razonable.
Resulta en cambio difícil de entender que más de un millón de mascarillas sigan hoy en un almacén.
–Me consta que la preocupación del consejero Mikel Irujo desde su llegada al Gobierno es dar un uso a esas mascarillas. Pero ya nos lo contará él.
¿Diría que la legislatura deja más luces o sombras?
–Nuestra lectura es positiva. No solo porque tenemos un Gobierno progresista y plural que da continuidad al de 2015, sino porque además funciona. Hay evidentemente algunos puntos de discrepancia. Como pueden ser el euskera y la defensa del autogobierno, a nuestro entender demasiado tibia cuando colisionan los intereses generales con los del partido. O con la posición en lo que se refiere al corredor ferroviario. Pero el balance es positivo.
¿Tan importante es reducir media hora el viaje en tren a Madrid?
–No tiene nada que ver con ir antes o no a Madrid. Tiene que ver con garantizar la conexión de Navarra con la Europa continental. La opción de Vitoria cambia totalmente el proyecto y pone en riesgo la inclusión de Navarra en la red europea de mercancías. Por eso supone un problema que el PSN haya cambiado de posición por mandato de Ferraz.
¿Estas diferencias pueden ponen en peligro la reedición del Gobierno en la próxima legislatura?
–No, aunque seguramente tendremos que ser más exigentes cuando toque negociar el próximo gobierno plural y progresista que esperamos continúe en la próxima legislatura.
¿La presencia de Geroa Bai en el Gobierno es innegociable?
–Yo diría más bien que la presencia de Geroa Bai en las instituciones navarras es imprescindible. Nos lo dice la historia del cambio. Sin Geroa Bai hubiera sido imposible un Gobierno de coalición en Navarra, y lo seguirá siendo también en el futuro. El mejor ejemplo lo tenemos en la Comarca de Pamplona.
¿Por qué?
–Pamplona, Barañáin, Egüés, Burlada... El PSN le ha regalado a Navarra Suma el gobierno municipal y los presupuestos en muchos ayuntamientos. Y lo ha hecho simple y llanamente porque Geroa Bai, incluso habiendo hecho propuestas a PSN y EH Bildu, no ha tenido la fuerza definitiva para arrastrarlos a gobiernos progresistas. La realidad sociológica muestra que el espacio político que representa Geroa Bai es el que engrasa la relación entre progresistas y el que permite conseguir y consolidar gobiernos plurales en toda Navarra. Esa es nuestra responsabilidad y con esa ambición encaramos las elecciones.
¿Es equiparable la responsabilidad del PSN y de EH Bildu?
–La decisión es del PSN. Pero es evidente que todavía hoy existen imposibilidades, incapacidades o indefiniciones del Partido Socialista para encontrarse con EH Bildu en las instituciones. Lo que muestra también el interés del PSN por mantener un cauce de relación con la derecha.
¿El acercamiento entre el PSN y EH Bildu puede achicar el espacio electoral a Geroa Bai?
–Eso es más el deseo de algunos que una realidad. Es verdad que Geroa Bai es una coalición muy joven que ha tenido un crecimiento exponencial. Y esta legislatura hemos tenido un protagonismo menor que otros partidos. La responsabilidad política a veces te coloca en una cierta desventaja electoral, pero nos preocupa poco. Tendremos tiempo para lograr visibilidad cuando toque.
¿Ve a UPN con opciones de volver al Gobierno de Navarra?
–El problema de Navarra Suma en general y de UPN en particular es que no acaba de asumir que los tiempos de diálogo y de convivencia política entre navarras y navarros han venido para quedarse. Y así es muy difícil sumar mayorías.
¿Cómo va la negociación entre Geroa Socialverdes y el PNV para reeditar la coalición electoral?
–Va y va bien, en tiempo y forma. Pero es algo que nos tomamos muy en serio, de manera detallada y sin las prisas que algunos quisieran que tuviéramos. Yo, desde luego, soy responsablemente optimista.
¿Volverá a encabezar entonces la candidatura de Geroa Bai?
–No depende de mí. Personalmente tengo fuerzas para seguir y creo en la fortaleza y en la necesidad del proyecto de Geroa Bai. Pero tanto en las candidaturas como en los programas es importante mirar cuáles son las necesidades de la sociedad en el momento en que afrontamos unas elecciones. Y la decisión no está tomada todavía.
¿Pero lo hará con el objetivo de volver a presidir del Gobierno foral?
–Evidentemente, Geroa Bai va a concurrir a las elecciones forales, sea quien sea su cabeza de lista, con la ambición de presidir el Gobierno en Navarra, por supuesto.