En la retina aún perdura la imagen del minuto 100 del encuentro entre Portugal y Ghana, cuando Iñaki Williams, avispado, una centella que surgió como de la nada, aprovechó el grosero descuido del guardameta Diogo Costa para arrebatar el balón y gozar de la oportunidad del empate a tres que hubiera hecho estallar al país africano. Pero el delantero bilbaino resbaló y una de las selecciones candidatas a alzarse con el trofeo puso la primera piedra hacia la conquista. Williams tuvo la ocasión de encumbrarse, pero no pudo ser. La derrota agudizó la necesidad de los Black Stars, que hoy se miden a Corea del Sur (14.00 horas) obligados a vencer para depender de sí mismos.
“No hay tiempo para arrepentirse, quedan dos partidos por delante”, escribió Iñaki en su cuenta de Twitter. “¿Presión? Presión es pensar qué comer al día siguiente”, manifestó por su parte el seleccionador ghanés, Otto Addo, ante la crucial cita.
El encuentro ofrece estadísticas recientes poco halagüeñas para ambas selecciones. Corea del Sur no ha ganado el segundo partido de la fase de grupos en ninguna de sus diez participaciones en el Mundial, mientras que Ghana ha encajado goles en cada uno de sus ocho últimos compromisos del torneo internacional.
“ Me gusta ir con la verdad, quiero jugar el Mundial, pero también quiero vivir la Copa de África ”
Iñaki Williams - Jugador del Athletic
Williams, titular en la primera cita oficial con la camiseta de Ghana, apunta a volver a ser el referente en la zona de ataque, desde donde buscará su primer gol con el conjunto africano. “Para el delantero, cuando las cosas no salen como quieres o deseas, llegas a una frustración. Tienes una responsabilidad, y más en una Copa del Mundo con todo un país detrás”, expresó en una declaraciones concedidas a la Cadena Ser, a la par que mostró su satisfacción por la oportunidad a la que asiste.
“Estoy muy contento, muy feliz y orgulloso por lo que estoy viviendo a nivel personal y familiar. Mi hermano también ha debutado en un Mundial y estamos casi en las nubes, la verdad. Ver tan contentos a nuestros padres, nos llena de orgullo”, declaró el apodado en el vestuario como Kwaku, que significa nacido en miércoles.
Iñaki admitió el lamento de la derrota contra Portugal, aunque aseguró que su equipo mereció más. “Me hubiera gustado aunque sea empatar, creo que fue lo justo”, valoró tras ser autor de un solo disparo que no pudo enviar entre los tres palos ante los lusos. Ahora goza de una reválida ante una Corea del Sur que empató a cero frente a Uruguay. Asimismo, seguirá alimentándose de experiencias como la de su debut en el Mundial: “Hasta casi llegar al estadio, no era consciente de dónde estaba, el partido que iba a disputar y de la suerte que tengo al jugar este torneo”.
El bilbaino también confesó que espera prolongar su idilio con Ghana. “No era fácil saber que la gente puede pensar que voy simplemente a jugar una Copa del Mundo y luego me iba a desentender. Me gusta ir con la verdad con delante, quiero jugar el Mundial, pero también quiero vivir la Copa de África, me hace mucha ilusión. Tenía esa duda, pero todos los mensajes han sido positivos”. Hoy vivirá un gran examen.