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La gobernanza global, la llave para afrontar los retos que nos interpelan a todos

Grupo Noticias organiza un nuevo encuentro en Donostia para desgranar los desafíos que plantea la agenda 2030 y la contribución que están haciendo a la misma las instituciones vascas
Los participantes en el encuentro en torno a los desafíos que comporta la Agenda 2030, celebrado el pasado viernes en Donostia
Los participantes en el encuentro en torno a los desafíos que comporta la Agenda 2030, celebrado el pasado viernes en Donostia

Cohesión, compromiso y colaboración. Esos son los principales ingredientes que posibilitarán la conclusión de los objetivos que marca la Agenda 2030, siempre y cuando estén bajo el paraguas de un sistema robusto de gobernanza. Esa fue una de las conclusiones extraídas en un nuevo encuentro promovido por GRUPO NOTICIAS en torno a los retos que plantea la Agenda 2030, y que una vez más contó con la colaboración de Gobierno Vasco.

Bajo el título Una mirada a la gobernanza global y a la proyección internacional de la Agenda 2030, el evento tuvo lugar el viernes en Donostia, y contó con la participación de Eduardo Iribarren, director de NOTICIAS DE GIPUZKOA; Asier Aranbarri, director de Innovación Social de Gobierno Vasco; Iñigo Arbiol, director del máster en Relaciones Internacionales y Diplomacia Empresarial en la Universidad de Deusto; Arantza Acha, directora de UNESCO Etxea; y Javier Cortés, socio fundador de Coop&Co y fundador de la LEAD Sostenibilidad.

Eduardo Iribarren, quien pronunció el discurso inaugural, expresó la necesidad de dar a conocer entre la ciudadanía el trabajo que se está realizando desde las administraciones vascas con el fin de hacer suya la Agenda 2030 y el papel fundamental que está jugando la gobernanza en todo ello: “Siempre ha sido necesario prestar atención a lo que ocurre fuera de nuestras fronteras para incorporar los avances que puedan contribuir a nuestro desarrollo, pero también hemos de actuar en conjunto para dar respuestas a desafíos actuales como las guerras, el hambre, el cambio climático, la igualdad de género o el envejecimiento. En ese sentido, la gobernanza global permite afrontar retos que a fin de cuentas nos interpelan a todos”, aseveró.

Tras las palabras del director de este periódico, tomó la palabra Asier Aranbarri, quien advirtió de que la Agenda 2030 “no puede ser realmente transformadora si no es de la mano de un sistema de gobernanza global que actúe desde lo local”. Aranbarri aprovechó la ocasión para recordar algunos de los importantes avances que se han dado en Euskadi como la creación del Foro Multiagente de Transición Social y Agenda 2030. Un organismo que promueve espacios de encuentro de los departamentos del Gobierno Vasco, las tres Diputaciones Forales, EUDEL y los Ayuntamientos de las capitales, así como de las entidades representativas de la colaboración público-privada. También se refirió a la designación de Bilbao como sede del Secretariado de la Coalición Local 2030 como un reconocimiento por parte de las Naciones Unidas al compromiso de Euskadi hacia la Agenda 2030.

Mediante la metodología de lo concreto, debemos hacer un esfuerzo para materializar los ODS en proyectos concretos

Asier Aranbarri - Director de Innovación Social de Gobierno Vasco

La metodología de lo concreto

Sobre la contribución de las instituciones vascas, Aranbarri destacó cinco aspectos: “Por una parte, el enfoque presupuestario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el que estamos inmersos; en segundo lugar, la puesta en marcha de un sistema multinivel de evaluación y seguimiento de los ODS, lo que nos permite realizar una evaluación con respecto a la implementación de la Agenda 2030 en Euskadi; en tercer lugar, poner el foco en las organizaciones y empresas para entender los ODS como un factor de progreso y competitividad; en cuarto lugar, la apuesta por la pedagogía social mediante la creación de espacios de encuentro, ya que aunque llevamos siete años trabajando en la Agenda 2030, todavía sigue siendo un tema bastante desconocido para la ciudadanía; y, por último, generar espacios de encuentro y de intercambio en donde estén representados todos los niveles institucionales y la sociedad civil, que nos permitan trabajar desde el mundo hacia Euskadi y desde Euskadi hacia el mundo, y que nos den la oportunidad de trasladar proyectos locales a otras latitudes, y, a su vez, podamos aprender de otras realidades”.

Y es que, tal y como aclaró el representante del Gobierno Vasco, aunque la visión es global, la clave reside en llevar los proyectos a lo concreto: “Tenemos que bajar de la abstracción de los ODS a la realidad de las cosas y mediante la metodología de lo concreto, debemos hacer un gran esfuerzo para que nuestra contribución a los ODS se materialice en proyectos concretos a nivel local, poniéndoles nombres y apellidos, de manera que se desarrollen beneficio de la ciudadanía, que es de lo que se trata”, concluyó.

El bien común como acicate

Tras las palabras de Iribarren y Aranbarri, tuvo lugar una mesa redonda en la que el profesor Iñigo Arbiol, la directora de UNESCO Etxea, Arantza Acha, y el empresario Javier Cortés intercambiaron interesantes impresiones sobre la aportación de Euskadi a la consecución de los ODS. Los ponentes convinieron en que Euskadi se encuentra en “un buen punto de partida”. “En Euskadi hemos realizado un interesante recorrido desde instituciones públicas, privadas y sociales, de cara a poner el bien común en el centro. El nuestro es un territorio con la aspiración de ser parte de una comunidad global y en el que hemos entendido la importancia del diálogo y de crear espacios para aprender unos de otros y compartir impresiones. Habiendo disensos, hemos sabido encontrar esos espacios de entendimiento para avanzar juntos”, dijo Acha.

Una opinión que compartió Arbiol, quien añadió que “desde la perspectiva de la sociedad vasca, no tenemos que inventar nada nuevo, sino simplemente comprender que lo que estábamos haciendo y los consensos que compartimos como sociedad son los mismos que marca la Agenda 2030. Los valores en los que se basa la Agenda están en nuestro ADN como sociedad”.

Cortés, quien se mostró de acuerdo con sus compañeros de mesa en que Euskadi parte de una buena base en lo que respecta a la cohesión social, insistió en la importancia de adoptar una visión de largo plazo: “Estamos viviendo la decadencia de un modelo de crecimiento basado en el corto plazo y que había desconectado el ámbito económico de lo social y lo medioambiental, midiendo la riqueza exclusivamente en base al crecimiento económico, sin tener en cuenta las demás realidades. En ese contexto, es preciso volver a cohesionar todas las realidades mirando a largo plazo desde lo sostenible y poniendo las personas en el centro”.

El camino no acaba en 2030

A siete años de llegar al horizonte 2030, la Agenda 2030 vive este año su ecuador. En ese sentido, los participantes quisieron recordar que la Agenda 2030 constituye una oportunidad para hacer frente a los retos que tendremos que afrontar como sociedad más allá del año 2030 y que el verdadero desafío reside en lograr la implicación de toda la ciudadanía. “Es importante entender que la Agenda 2030 no es un añadido, sino que es el camino para afrontar lo que nos viene como sociedad”, abundó Acha.

El profesor de Deusto, por su parte, hizo hincapié en el papel que juega la gobernanza: “No se trata de ser optimistas o pesimistas; lo vamos a lograr siempre y cuando tomemos las decisiones adecuadas mirando a largo plazo. La cooperación y colaboración no es solo a nivel de los estados, sino a todos los niveles”.

Para Cortés “la Agenda 2030 es la herramienta para construir un nuevo contrato social, donde lo económico, lo social y medioambiental vayan de la mano. Pero sin olvidar que para acelerar los procesos de cambio cada uno de los actores debe hacer lo que su naturaleza le pide, es decir, la empresa debe seguir trabajando por generar riqueza”.

Llegados a este punto, Arbiol puntualizó que “la consecución de los objetivos no es un proceso lineal, sino circular, que requiere pensar y actuar colectivamente. 2030 no es más que un hito en el desarrollo sostenible, pero no es el final, sino una fase más a la que le sucederán otras”.

Uno de los últimos temas que centró el debate fue el de las oportunidades que presenta la digitalización. “Uno de los aspectos más positivos de la Agenda es que está orientada a la acción, mediante objetivos concretos e indicadores que permiten medir dichas acciones. La digitalización, en ese sentido, juega un papel fundamental a la hora de facilitarnos la realización y el acceso a esas mediciones. Y todo ello lleva implícito el objetivo de convencer a la ciudadanía, ya que los datos son necesarios para generar confianza”, opinó Cortés. En respuesta, Acha adujo que “la ética debe jugar un papel importante de cara a crear marcos que promuevan que el uso de datos sea en beneficio del bien común, y no supongan un aumento de la brecha digital entre países”.

2023-02-21T16:49:03+01:00
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