"Estos aranceles no son totalmente recíprocos, son recíprocos amables. Mi respuesta es muy simple, si se quejan y quieren un arancel cero, entonces fabriquen aquí en Estados Unidos, por que no hay arancel". Donald Trump ha querido pasar por bondadoso al anunciar sus aranceles al mundo pero la realidad es más tozuda y todo apunta a una nueva estafa del primer mandatario norteamericano condenado, por el caso de la actriz porno Stormy Daniels.
El sistema de cálculo de tarifas recíprocas que ha usado la Oficina Comercial de Estados Unidos para establecer estos aranceles se basa en lo que, a priori, es una compleja fórmula, que sin embargo no lo es tanto. Según este organismo, para calcular los aranceles recíprocos ha usado los datos de importación y exportación de la Oficina del Censo de EEUU del año pasado.
"Los aranceles recíprocos se calculan como la tasa arancelaria necesaria para equilibrar los déficits comerciales bilaterales entre Estados Unidos y cada uno de nuestros socios comerciales. Este cálculo supone que los déficits comerciales persistentes se deben a una combinación de factores arancelarios y no arancelarios que impiden el equilibrio comercial. Los aranceles funcionan mediante reducciones directas de las importaciones. Los tipos arancelarios recíprocos varían entre el 0 por ciento y el 99 por ciento, con promedios no ponderados y ponderados por las importaciones del 20 por ciento y el 41 por ciento", señala la Oficina Comercial en un texto publicado en su página web.

La fórmula empleada por EEUU para calcular los aranceles.
Pero el arancel recíproco al que se refiere la Casa Blanca no tiene nada que ver con lo que son las barreras arancelarias reales, sino que equivale a la mitad del déficit comercial con esos países. Es decir, lo que ha hecho es calcular el déficit comercial sobre el total de las importaciones y partirlo por dos.

Mapa con aranceles por países.
"La lógica comercial de Trump"
En el caso concreto de la Unión Europea (UE), la Oficina del Censo estima que Estados Unidos compró en 2024 a Europa bienes por valor de algo más de 605.000 millones de dólares, mientras que el bloque comunitario importó productos del gigante norteamericano por valor de 370.200 millones de dólares. El déficit comercial ascendió a cerca de 235.000 millones. Si se divide una cifra por la otra sale el porcentaje redondeado es del 39% que se puede ver en las tablas publicadas por la Casa Blanca, que a a su vez dividida por la mitad da como resultado, también redondeando al alza, el arancel del 20% impuesto a la Unión. Esa es la bondad de la que habla Trump, que no ha tenido en cuenta el IVA ni otros impuestos que consideraba barreras comerciales.

Donald Trump muestra el cartel con los aranceles.
Lo explica bien el profesor de Economía de la Universidad de Michigan Justin Wolfers: "Tomemos un ejemplo sencillo: tengo un déficit comercial con Trader Joe's, que compra sus comidas, mientras que ellos no compran las mías. Mi déficit comercial, como porcentaje de mis importaciones, es del 100 %. Según la lógica comercial de Trump, este déficit es una evidencia de que están imponiendo aranceles del 100% a las comidas que intento venderles".
Evidentemente los más perjudicados son los países pobres porque no tienen superávit comercial con Estados Unidos. En los casos por ejemplo de Camboya o Lesotho, que la Casa Blanca estima unos cargos de tarifas de un 97% y del 99%, respectivamente, deberán acoquinar con unos aranceles del 50%. A aquellos países que sí tienen un superávit comercial o el déficit es más reducido se les carga con un arancel del 10%. Entre estos están Argentina, Brasil o Ucrania.