Los dos grandes fabricantes vascos de componentes de automoción, Gestamp y CIE Automotive, lograron remontar vuelo el año pasado y dejar atrás el impacto del covid en 2020. CIE logró un beneficio neto de 268 millones de euros, lo que supone un incremento del 44%. Gestamp, por su parte, dejó atrás las pérdidas –71 millones en 2020– y ganó 155 millones. Sin embargo, estos resultados se hacen públicos en un momento complejo para la economía en general y el sector del coche en particular por la invasión de Ucrania y los efectos que puede tener en los precios energéticos y en la circulación de mercancías.
De modo que es imposible no mirar de reojo la evolución de los acontecimientos. Sobre porque tanto Gestamp como CIE Automotive tiene instalaciones productivas en Rusia y están pendientes de las sanciones que impondrán la Unión Europea y Estados Unidos a los productos del gigante ruso.
Por lo menos llegan a este momento de incertidumbre con los deberes hechos y, sobre todo, con fortaleza financiera tras un buen ejercicio.
En concreto, CIE Automotive rozó los 270 millones de beneficios gracias a un notable incremento de las ventas. La facturación del grupo vasco alcanzó los 3.269 millones de euros, un 13" superior a la de 2020, y el ebitda (resultado bruto de explotación) creció un 33% hasta los 575 millones.
Según informó ayer lunes la compañía con sede en Bizkaia, estos resultados la sitúan en niveles pre-covid, a pesar del efecto negativo del tipo de cambio y, sobre todo, de que en el pasado ejercicio se hayan fabricado doce millones de vehículos menos que en 2019 en todo el mundo, lo que supone casi un 15% de caída de la producción en dos años.
La compañía cumplió los objetivos que se había marcado para 2021, a pesar de "un entorno terriblemente adverso de tensiones logísticas e inflacionarias", resaltó Jesús María Herrera, el consejero delegado de la compañía. Sin mencionar directamente las tensiones bélicas en el Oeste de Europa, Herrera afirmó que 2022 será un "año clave" para la compañía vasca, de "consolidación" de muchos de los logros alcanzados el año pasado, pero, a su juicio, "todavía será un año de transición hacia una situación de mayor estabilidad".
En el caso de Gestamp, el beneficio neto de 2021, algo mas de 150 millones, todavía es menor que el del 2019, antes de la pandemia, cuando llegó a los 212 millones de euros.
No obstante, Gestamp anunció que el resultado del año pasado permitirá el pago de un dividendo equivalente al 30% de su beneficio neto, en línea con la política marcada desde su salida a Bolsa. En su caso, las ventas alcanzaron los 8.093 millones, lo que supone un crecimiento de 11,2% a tipo de cambio constante.
Según Gestamp, los resultados "son una muestra más de que las medidas de eficiencia y flexibilización implementadas desde 2020 han conseguido consolidar la compañía en unos niveles de rentabilidad superiores a los de pre-pandemia (2019), pese a los menores volúmenes de mercado y la inestabilidad en la producción debido a la escasez de suministros que se ha registrado durante el año".
al detalle
CIE Automotive. La compañía con sede en Bilbao vendió el año pasado componentes de automoción por valor de 3.269 millones de euros. Sus beneficios superaron en un 44% los de 2020 y avanzaron hasta los 268 millones.
Gestamp. El otro gigante de la industria de las autopartes volvió a beneficios (155 millones) tras las pérdidas motivadas por la pandemia en 2020. Con sede en Abadiño, Gestamp facturó algo más de 8.000 millones, un 11,5% más.