Doce pottokas criados y nacidos este año en la granja foral de Gorliz han sido identificados y destetados esta mañana de sus madres. La veterinaria se ha encargado del desparasitado de los ejemplares de potros y les ha extraído muestras biológicas para confirmar su maternidad y paternidad. "Hemos conseguido unos animales con un carácter muy dócil y fuertes", han aclarado esta mañana en las instalaciones forales.
Además, los técnicos de la asociación ha calificado y tomado medidas a todos los animales que han cumplido tres años para realizar su valoración morfológica. "No solo se valora la docilidad del animal, sino también su morfología. El lomo, el perfil, la cabeza.... todo se puntua", han descrito.
Actualmente, la Granja gestionada por la Diputación Foral de Bizkaia dispone de 9 sementales y 18 yeguas, además de 17 animales machos y hembras de uno y dos años en diferentes fases de recría. A estos animales hay que sumarles, los 12 potros nacidos este año y a los que esta mañana se les ha apartado de sus madres. Una labor con la que pretende continuar con el proceso de mejorar de la raza y evitar su desaparición en Bizkaia.
En estos momentos, una forma de dar funcionalidad al caballo vasco es a través de la hípica. "La camada de este años es excelente. Entre estos animales se seleccionarán los mejores para destinarlos a la hípica", explicó el presidente de la Asociación de Criadores de Pottoka de Bizkaia, Pedro Lana. Con estos 12 potros, son ya 103 los ejemplares nacidos en las instalaciones de la Diputación desde 2009.
Según ha explicado la diputada foral de Sostenibilidad y Medio Natural, Amaia Antxustegi, en este mismo período se han introducido en explotaciones privadas 73 animales de la granja foral, vendidos a través de subasta pública. La responsable foral ha destacado que la pottoka estaba en peligro de extinción y que el objetivo es la recuperación de esta raza de forma eficaz y controlada a través del programa de selección y mejora que desarrolla. "Pretendemos conservar nuestro patrimonio natural, nuestra biodiversidad y además de ofrecerá los ganaderos y ganaderas el optimizar la rentabilidad de sus explotaciones".
RECUPERACIÓN, SELECCIÓN Y MEJORA
En la granja de Gorliz se llevan a cabo programas de recuperar, selección y de mejora que ayudan a introducir unos ejemplares que optimizan las explotaciones. La pottokas en la actualidad no se utilizan ahora para las labores de trabajo, –tal y como se hacía antaño en las explotaciones– sino que, además de para la monta, también son utilizado en terapias con niños y niñas. "Se ha comprobado que es un animal que por su forma de ser es muy bueno en terapias con menores con problemas", ha añadido la diputada.
El pottoka es un animal fuerte y resistente, obediente, dócil y tranquilo que posee, según ha comentado Bilbao, de una capacidad innata para aprender, lo que lo convierte en el caballo ideal para las personas más jóvenes se inicien en la equitación. Es precisamente esa función la que está ayudando a que la raza no desaparezca y la que, a medio plazo, desde la Diputación esperan que favorezca su mantenimiento y razonable expansión.
Las cesiones de sementales se realizan atendiendo a perfil genético, orientación y genealogía de las yeguas de la persona peticionaria. Para ello, todos los sementales de la granja foral están capacitados y se han calificado en base a una prueba de aptitud para la equitación. Lo mismo ocurre con las yeguas, ya que son madres o futuras madres de sementales. La reproducción dirigida a los animales aptos y coordinados para la monta es un elemento válido de selección según su capacitación.
EJEMPLARES EN BIZKAIA
En la actualidad en Bizkaia existen 600 ejemplares de pottokas, de los cuales 400 son hembras. Según ha explicado el jefe de sección de Selección y Mejora ganadera de la Diputación, Andoni Bilbao, aunque la situación de esta raza ha mejorado en Bizkaia sigue estando en peligro de extinción. Por eso desde la granja foral trabajan para lograr la variabilidad de la raza. "Es una raza en peligro de extinción y en equino significa que está por debajo de 5.000 hembras. En el momento que se pierde la variabilidad deja de ser raza. Por eso es tan importante su recuperación y mantenimiento", ha concluído.