La Hacienda Foral ha previsto que Navarra recaudará 4.573 millones de euros en 2023, un 5,2% más que la cifra prevista para el cierre de este curso.
Los técnicos del Gobierno foral creen que los ingresos van a subir pese al panorama general de incertidumbre provocado por los coletazos de la pandemia, la crisis energética, la guerra de Ucrania y el encarecimiento generalizado de los precios, pero llaman a ser cautos y asumir que el panorama es muy cambiante, algo que han podido comprobar en el inestable comportamiento de algunos impuestos importantes como el de Sociedades.
Así lo explica el Servicio de Convenio Económico, Análisis Fiscales y Administración del Departamento de Hacienda, que ha elaborado una previsión de ingresos tributarios con motivo de la presentación del anteproyecto de Presupuestos Generales de Navarra para 2023.
Para la confección de las previsiones, la Hacienda Foral ha tomado las referencias de cómo han ido los impuestos durante los seis primeros meses del año, y ha previsto un crecimiento económico más pausado –del 1,4% del PIB– y una inflación más suavizada que pueda cerrar 2023 en el 4,8%, lejos del 8,9% para 2022.
Pese al difícil panorama, la recaudación de Hacienda va mejor de lo previsto, con una buena campaña de la Renta en 2021 y un IRPF que sigue sujetando las Cuentas Públicas –supone 1.823 millones en la previsión–.
Además, el empleo sigue fuerte y algunas incertidumbres, como ajustes pendientes de la renovación del Convenio Económico, no son suficientes como para ser pesimistas. Con todo, Hacienda cree que el Gobierno dispondrá de 226 millones más que este año porque casi todos los impuestos han mejorado su capacidad.
El pilar durante 2022 sigue siendo las retenciones del trabajo, con el IRPF subiendo el 6,4% con respecto a 2021. Ocurre lo mismo con el IVA, más de un 6% por encima de la previsión de cierre –se queda en 1.529 millones– y el impuesto de Patrimonio.
Sociedades tiene un comportamiento más errático y es “una de las figuras tributarias sobre las que existe más incertidumbre”. Si bien sube un 1,9% con respecto al Presupuesto de 2022, los datos de abril fueron peores de lo esperado y habrá que esperar al cierre aunque para el año que viene se prevé un “moderado crecimiento”.
Otros impuestos, como los de actos jurídicos –que tienen una relación directa con la marcha de la economía– están funcionando bien, y eso es un buen indicador.
Eso sí, a los ingresos para 2023 habrá que restarle más de 85 millones por las medidas de alivio que ha ido introduciendo el Gobierno en los últimos meses. 56,5 por la deflactación del IRPF, y 29 por las medidas temporales para el alivio de la crisis energética. La revisión de las bonificaciones en el Impuesto de Sociedades que no lograban el objetivo previsto reportará, eso sí, un plus de recaudación de ocho millones.