Orio y Arraun Lagunak se van a disputar el próximo domingo la Bandera de la Concha, la edición número quince de la bandera más preciada de la temporada de traineras y que desde 2011 es a dos jornadas, desde 2008 a 2010 fue solo a una, en una segunda jornada en la que ambas embarcaciones tienen opciones reales de vencer. En la primera jornada la Txiki logró una pequeña ventaja de dos segundos y 16 centésimas. Solo en dos ocasiones la embarcación que no ha ganado el primer domingo ha logrado llevarse el título, y solo en una edición se ha levantado el segundo fin de semana una distancia superior a esa. Arraun Lagunak, vigente campeona, buscará una remontada que se ha dado en muy contadas ocasiones en Donostia.
La primera vez que la categoría femenina fue a dos jornadas, en 2011, se pudo ver la primera de esas remontadas. La realizó Rias Baixas, que levantó el segundo domingo las tres décimas que había logrado Getaria – Tolosa la primera jornada y la Galicia se llevó la bandera con gente como Andrea Oubiña o Maria Victoria Piñeiro, actualmente en Orio. Esta fue la cuarta de las cinco Conchas que lograron obtener las gallegas, la primera de ellas lograda como Galicia y en la que se unieron Samertolameu, Cabo da Cruz y y Chapela.
La segunda de las remontadas se dio hace un lustro, en 2017, en la que era la enésima pugna entre Hibaika y San Juan, uno de los mano a mano que se dieron en la bahía entre estas embarcaciones en aquellos años. En aquella edición la primera jornada fue para las de Errenteria, en la que aventajaron en dos segundos y 66 centésimas a las bateleras. Pero en la segunda jornada las sanjuandarras, con Maialen Arrazola al frente en un bote en el que estaban las anteriormente citadas Oubiña, Piñeiro o gente como Ane Pescador, volaron en aguas de Donostia para acabar ganando la bandera por más de catorce segundos. Esta es la única ocasión en la que se han remontado más de dos segundos.
La segunda jornada de esta edición, por cierto, se disputó a contrarreloj por la calle cuatro debido a las condiciones del campo de regateo. Incluso estuvo cerca de no poder disputarse debido a las condiciones de viento y oleaje, con olas que superaron los dos metros y medio y viento en torno a 30 kilómetros por hora.
La distancia que tendría que remontar la Lugañene para llevarse la bandera sería la segunda mayor superada en la historia de la Bandera de la Concha femenina.