La histórica rotonda de Rekalde será renovada en favor de los peatones

El área de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos del Ayuntamiento de Bilbao ha comenzado esta semana las obras de renovación de la histórica rotonda donde confluyen las calles Gordoniz, León de Uruñuela y Estrada Caleros. Un punto de referencia para todos los vecinos de Rekalde que va a ser reformado para que tengan más presencia y espacios las zonas peatonales en detrimento de los vehículos y sus estacionamientos.

La intervención municipal, incluida dentro de los Auzokide Planak, implicará no solo la reforma de la glorieta donde antiguamente daba la vuelta el autobús público número 4 y ahora lo hace la lína 72 de Bilbobus en su final de trayecto, también supondrá mejoras en las calles Gordóniz y León de Uruñuela.

Van a ser ocho meses de obras, por lo que finalizarán para el próximo verano, con un coste cerrado por el Ayuntamiento con la contrata de algo más de 1,47 millones de euros.

Fuentes del área que dirige Asier Abaunza, especificaron ayer que “el objeto del proyecto es la mejora del entorno urbano, haciendo aceras más amplias y modernas, redistribuyendo el tráfico rodado y mejorando la vialidad peatonal desde el punto de vista de la accesibilidad”.

De circular a alargada

En concreto, la rotonda, que ahora mismo cuenta con un gran árbol en su jardín redondo central cambiará su estructura para presentar un forma alargada que permita dirigir el tráfico de manera más acorde con la circulación rodada. Además, las aceras perimetrales serán ensacadas, reduciendo el asfalto para el paso de tráfico, y mejorará la pavimentación de los tránsitos peatonales con baldosa Vibrazolit, rematando el jardín con doble bordillo de granito.

En cuanto a Gordóniz, la calle principal que atraviesa todo el barrio de Rekalde, se va a reformar el tramo de la vía que baja desde El Peñascal a la glorieta. Ahora mismo, cuenta con 90 metros de largo y 37 metros de anchura donde se reparten una acera central de algo más de seis metros de ancho y otras dos laterales, una de subida hacia Iturrigorri y otro de bajada hacia la rotonda.

Las obras reducirán la acera central a tan solo 2 metros de anchura, ya que es poco utilizada, y se ampliará la acera del lado del parque en casi un metro de forma que quede una anchura mínima superior a los cinco metros. Los carriles de subida y bajada se reducirán a 4,50 metros de anchura y los aparcamientos en línea se convertirán en plazas en batería, con lo que se ganará de forma indirecta zona destinada a aparcamiento en la zona. Se acondicionarán además los pasos de peatones de todo el tramo de la calle, adecuándolos a la nueva geometría.

Por lo que se refiere a la calle León de Uruñuela se trabajará en el tramo inclinado que va desde el ascensor que conecta con Betolaza hasta la mencionada glorieta. Cuenta ahora mismo con una longitud de 150 metros y una anchura de 12 metros, de los cuales cuatro se corresponden con un vial de un solo carril de circulación, aparcamientos en línea a ambos lados y aceras de 1,90 flanqueando la arteria urbana.

Con las obras finiquitadas se conseguirán aceras de 3,30 y 3,10 metros minimizando el carril de circulación a 3,5 metros de anchura y aparcamientos en línea en el lado de los números pares.

Se renovarán y acondicionarán los pasos de peatones y las intersecciones con las calles transversales, así como el pavimento, bordillos y las redes de servicios que lo requieran. Todo para conseguir que el tránsito peatonal de la calle cumpla con la normativa de accesibilidad. La pavimentación de las aceras será con baldosa gris tipo Bilbao remate con bordillo de granito. En los pasos de peatones se colocará baldosa direccional y táctil de botones.