El Metal de Bizkaia vivió el lunes la primera de las cinco jornadas de huelga convocadas por los sindicatos tras la ruptura de las negociaciones el pasado viernes entre la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM) y las centrales. Los sindicatos cifraron en un 85% el seguimiento del primer día de paros, un porcentaje que la patronal rebajó hasta el entorno del 20% y un respaldo menor al organizado a finales del mes pasado por el mismo motivo. Las discrepancias por las condiciones de un nuevo convenio sectorial con vigencia hasta 2025 marcan el núcleo del desacuerdo entre ambas partes.
Por su impacto en todos los territorios, el sector del Metal es fundamental para la economía vasca. Fuentes empresariales destacaron ayer que no se teme un problema de abastecimiento de suministros, aunque la repercusión en el ámbito productivo es “dispar” y la afectación se está dando en zonas “muy específicas”. Ezkerraldea fue el espacio en el que más impacto tuvo la primera jornada de huelga, que arrancó cuando diversos piquetes se concentraron frente a la firma Productos Tubulares en Trapagaran. Posteriormente, grupos de trabajadores se acercaron a otras empresas de la comarca y tomaron parte también en una manifestación convocada por CCOO, UGT, CGT, ESK, CGT y CNT. La marcha arrancó en Portugalete y concluyó en Santurtzi. ELA, por su parte, se manifestó en Bilbao.
La propuesta de la FVEM recoge incrementos salariales del 14% para el período 2022-2025, distribuidos de la siguiente manera: un 6,5% para este año, 3,5% para 2023, 2,5% para 2024 y 1,5% para 2025. Una oferta que, pese a que desde el sector se admite que es una subida “diferida” de sueldo, al mismo tiempo “garantiza el IPC”. Asimismo, indican que, cuando ha sido posible, se han ejecutado aumentos salariales superiores, pero que la situación actual impide mejorar esa propuesta, puesto que costes como la electricidad y materias primas “no se pueden negociar”. El modo ahorro en materia energética se ha instalado en muchas empresas. De hecho, el Observatorio de Coyuntura Energética que elabora el EVE informa, en su última actualización, de una caída del 16,2% en el consumo eléctrico de la siderurgia vasca en octubre. Fuentes del sector del Metal recuerdan, además, que esta convocatoria de huelga llega en un momento “tremendamente complejo” en el que a las dificultades de 2021, como la crisis de suministros desde Asia y los costes energéticos se suman ahora condicionantes como la guerra de Ucrania tras la invasión rusa, de la que se cumplen nueve meses, y los nuevos parones de las factorías chinas por los confinamientos. En resumen, más incertidumbre para toda la industria.
POSTURA SINDICAL
“Las empresas están intentando sobrevivir, porque cada vez hay menos vías de negocio y menos margen de beneficio”, recalcan estas fuentes, que recuerdan el apurado escenario que atraviesan muchas pymes, aunque descartan que se avenga una evolución que vaya a precipitar cierres empresariales a corto plazo. La FVEM ha criticado la postura de los sindicatos en la negociación de las últimas semanas, ya que entiende que están rechazando una propuesta que es similar a la que aceptaron en Araba.
Además, en una nota difundida ayer, remarca que su postura “ha sido siempre negociadora, y al contrario que los sindicatos”, ha modificado su propuesta “en numerosas ocasiones con el fin de llegar a acuerdos, ofreciendo condiciones que incluso mejoran lo firmado por los mismos sindicatos en territorios vecinos”, en referencia a Araba.
HUELGA
Seguimiento
PRIMERA JORNADA. La primera de las cinco jornadas de huelga convocadas en el sector del Metal en Bizkaia tuvo un seguimiento del 85%, según los sindicatos, y de alrededor de un 20%, según la Federación Vizcaina de Empresas del Metal.
Negociación
Convenio sectorial. Ambas partes no terminan de alcanzar un acuerdo para renovar el convenio sectorial, con los incrementos salariales en el centro de la discusión. El pasado viernes se produjo una nueva ruptura de las negociaciones.
Para los sindicatos, la oferta de la patronal es insuficiente. Tras la manifestación en Santurtzi, que calificaron como “otra gran demostración de fuerza”, advirtieron de que “no habrá normalidad hasta que se firme un convenio digno”. Las centrales convocantes de esta marcha aseguraron que las mejoras salariales que propone la patronal son “engañosas” y “no garantizan el mantenimiento del poder adquisitivo”. “Queda patente que los trabajadores en su mayoría han salido a la calle a exigir el convenio”, señaló el representante de CCOO Unai Orbegozo. Para los responsables sindicales, la primera jornada de huelga fue “un éxito”, a pesar de “las dificultades, la presión del empresariado y la violencia de los piquetes patronales”. A lo largo de la marcha, según informaron los sindicatos, se produjo la identificación por parte de la Ertzaintza de alguno de los manifestantes por tirar petardos, algo de lo que, protestaron, “se ha querido responsabilizar a los convocantes”. En su comunicado, FVEM denunció “ataques vandálicos por parte de piquetes” y recordó que cualquier manifestación “debe hacerse desde el respeto y sin violencia”.
Por su parte, ELA se manifestó por las calles de la capital vizcaina y calificó de “masivo y muy amplio” el seguimiento del primer día de huelga. Asimismo, Mikel Etxebarria, de la federación de Industria de la central, acusó a la patronal del Metal de “mentir” al afirmar que su última propuesta garantiza el poder adquisitivo de las plantillas cuando “está muy lejos de garantizar subidas salariales del IPC en cada año de vigencia del convenio”. A juicio de Etxebarria, esta respuesta demuestra que el metal vizcaíno “es un sector muy movilizado, con ganas de luchar para conseguir un convenio que realmente reparta la riqueza que genera”, frente a una patronal cuya propuesta calificó de “escasa”.