La Conferencia Episcopal (CEE) ha dado luz verde este martes a su plan de reparación para las víctimas de abusos sexuales que contempla indemnizaciones económicas para los casos prescritos o en los que el agresor haya fallecido, y que ha sido duramente criticado por el Gobierno español.
"La Asamblea Plenaria extraordinaria celebrada esta mañana en la sede de la Conferencia Episcopal ha aprobado las líneas que orientan la acción de la iglesia en relación a los abusos sexuales cometidos contra menores, personas, el plan de reparación integral a las víctimas y los criterios orientadores de este plan", ha informado la CEE.
Acompañamiento a las víctimas
El Plan de Reparación Integral a las Víctimas de Abusos sexuales a menores y personas vulnerables equiparadas en derecho (PRIVA) aprobado por la Iglesia se aplicará a aquellas víctimas cuyos casos han prescrito o el abusador ha fallecido, que no pueden ser juzgados por la vía civil, penal o canónica, y contará con reparación económica. El plan, según adelantaron los prelados la semana pasada, "implicará una personalización de la misma y un acompañamiento técnico, psicológico, médico y también espiritual".
El PRIVA ha sido elaborado por el Servicio de Asesoramiento de las Oficinas para la protección de menores, y ha ido incorporando las observaciones de los obispos en sus distintas reuniones; las ideas recogidas en el Mensaje al Pueblo de Dios 'Enviados a acoger, sanar y reconstruir' (Plenaria noviembre 2023); las indicaciones del Consejo Episcopal de Asuntos Jurídicos; del órgano de Compliance de la CEE; y de la CONFER.
Los obispos piden al Gobierno que respete las reglas de la Iglesia
El plan ha salido adelante pese a las críticas del Ejecutivo español, que denuncia que no ha contado con la participación de las víctimas.
Este martes, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, ha pedido "respeto" por parte de la sociedad y las administraciones públicas a las decisiones de la Iglesia.
"La CEE, la Iglesia, tiene sus reglas de funcionamiento para las que pedimos respeto por parte de la sociedad y de las administraciones públicas", ha dicho Argüello en el discurso de clausura de la Asamblea Plenaria extraordinaria que ha dado luz verde a este plan de reparación.
El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha criticado este plan por considerar que no cuenta con la participación de las víctimas y ha exigido a la CEE negociar un sistema de reparación que cuente con la participación de las víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia, que sea vinculante, y que abone las indemnizaciones a cargo de esta institución.
"Nosotros no firmamos ahora un decreto que obligue a todas las diócesis, a las 400 congregaciones religiosas, sino que nos dotamos de unos criterios de comunión para que las personas que puedan pensar que necesitan ser reparadas, que tienen derecho a esta reparación, puedan acudir a cada diócesis, a cada congregación religiosa", ha respondido Argüello.
El presidente de los obispos ha asegurado que este plan no ha supuesto el comienzo del trabajo de la Iglesia en el Estado español a la hora de abordar toda la problemática de las víctimas de abusos, pero tampoco es el final.
"Sabemos que hemos de seguir aprendiendo, que hemos de seguir escuchando, que hemos de seguir reforzando nuestra comunión y hemos de seguir impulsando que aquello que hacemos pueda llegar quizás a personas que todavía no han escuchado que la Iglesia tiene las puertas abiertas para acoger a quienes quieran venir a nuestra casa".
Ha asegurado que la respuesta de la Iglesia "siempre se siente impulsada a ir más allá de lo que la legalidad nos pide" y "brota del compromiso decidido de querer acoger, acompañar, reparar", pero también "prevenir, formar y evitar en lo posible" que vuelva a ocurrir.
Por su parte, el presidente de la Conferencia de Religiosos (CONFER), Jesús Díaz Sariego, ha reconocido que con este acuerdo hoy la Iglesia ha dado un "paso grande" en el Estado español, que es el reflejo de los diálogos mantenidos y de la integración de las distintas sensibilidades en pro del objetivo que "no hemos perdido: las víctimas".