Rounders se estrenó en 1998 y fue la película más importante en la historia del póker. El elenco consiguió, por primera vez, que el juego de cartas sea visto de manera atractiva por la sociedad. Además, el filme logró influenciar tanto a nuevas generaciones de jugadores como a la industria de los juegos de azar.
Una de las razones por las que consiguió mucho éxito se debió a que es la única película que logró captar la energía y la tensión presentes en las partidas. A pesar de esto, es conocido que en los filmes se distorsiona la realidad del juego porque en la vida real es muy poco probable que las personas ganen durante un extendido periodo de tiempo.
La vida idílica que se presenta en estas historias es la razón por la que cada vez más personas piensan que llegar a ser un jugador profesional es tarea fácil. La realidad es que para escalar a dicho nivel hace falta bastante esfuerzo y trabajo.
Pero para Hollywood, la mecánica del juego luce muy bien en la gran pantalla y es una temática que puede ser incluida en distintos géneros cinematográficos, por lo que resulta muy rentable.
Esta tendencia de contar historias relacionadas al póker no termina. En septiembre se estrenará la película producida por Martin Scorsese, The Card Counter, que es una de las más esperadas del año.
Más allá de la ficción
No solo los actores de renombre influyen en el público. Es evidente que el juego engancha a todos. Un claro ejemplo de esto es la historia de 'la reina del póker', Molly Bloom.
Esta mujer de 26 años creó un imperio de partidas de juego entre las altas esferas de Hollywood. A causa de una lesión esquiando, esta joven se involucró en el mundo de los casinos, y al estar cansada de los abusos de su jefe, decidió organizar estos encuentros en las habitaciones de hoteles de cinco estrellas.
Entre los famosos que asistieron a estas partidas ilegales estaban Leonardo DiCaprio, Ben Affleck y Toby Maguire, aunque estos aseguran que no consideran haber faltado a la ley.
Y es que el acceso a estas citas era restringido y se llegó a conocer que se apostaron millones de dólares.
Bloom fue acusada de haber ganado mucho dinero de manera clandestina y sin respetar la legalidad. Además fue fichada por el FBI, quienes llevaron a cabo una detallada investigación del caso. A pesar de todas las medidas tomadas, no se encuentra en prisión.