El sándwich es, sin duda, una de las preparaciones más simples y fáciles del mundo. Únicamente necesitaremos un par de rebanadas de cualquier tipo de pan, y claro está, el relleno que se nos ocurra.
Apostar por el pan
El particular nombre de esta comida tiene su origen en un personaje del siglo XIX, el conde John Montagu de Sandwich, Inglaterra.
Cuenta la leyenda, que, este aristócrata era fanático del juego y lo disfrutaba tanto que no quería dejar de hacerlo, ni siquiera para comer.
El 3 de noviembre se celebra el día del sándwich y ya sea cortado en diagonal o por las esquinas, este alimento se encuentra en la cresta de la ola culinaria.
Como tributo a la comida rápida, este tentempié puede disfrutarse en cualquier momento y lugar, tanto en frío como de preparación caliente.
Lo más importante es el cuchillo
Puede parecer algo que carece de importancia, no obstante, y según un grupo de chefs, hay una determinada formar para hacerlo.
El corte diagonal. Estos apasionados de la cocina han argumentado, en base a sus opiniones, como este tipo de corte ayuda a contener los ingredientes frescos como la patata, el pepinillo o la ensalada. Además, los expertos sostienen que el corte correcto para tu sándwich, dependerá en gran medida del tipo de pan que uses.
Mientras que la mayoría de los chefs prefieren la simetría angular, Patrick Och, chef en Miami sostiene lo siguiente en sus redes sociales.
"La mejor manera es por la mitad. Esto ha funcionado durante siglos y sigue haciéndolo. De esta manera lo hace mucho más fácil en términos de poder comerlo y también te permite ver las diferentes capas del producto. Al dividirlo así es perfecto para compartir. No puedes equivocarte".
De igual modo, siempre debemos asegurarnos que trabajamos con la herramienta adecuada con un propósito único, disfrutar del buen bocado.