Araba es una tierra de paisajes sorprendentes, donde la naturaleza regala rincones espectaculares en cada estación del año. Uno de estos lugares es la imponente cascada de Gujuli, situada en Urkabustaiz y no muy lejos del Parque Natural del Gorbeia, y a unos 30 kilómetros al noroeste de Gasteiz.
Esta cascada, también conocida como Goiuri, es una de las más altas de todo Euskadi, con una caída de agua de 100 metros, y es el destino perfecto para una escapada de senderismo que mezcla naturaleza e historia a partes iguales.
El encanto de la cascada de Gujuli
El nombre de Gujuli proviene del euskera y significa “lugar alto” o “lugar elevado”, La cascada forma parte de la cuadrilla de Gorbeialdea, una zona rica en biodiversidad y conocida principalmente por sus rutas de senderismo.
La cascada de Gujuli se precipita desde un acantilado, alimentada por las aguas del arroyo de Jaundia, que cruza el concejo de Gujuli. Si bien el caudal es espectacular en cualquier momento del año, en otoño es más abundante debido a las frecuentes lluvias.
Su entorno, rodeado de un denso bosque de hayas, robles y avellanos, se vuelve espectacular en esta época, cuando las hojas se tiñen de colores cálidos que contrastan con las rocas y el agua.
¿Cómo llegar a la cascada?
La ruta a la cascada de Gujuli es sencilla y apta para todo tipo de excursionistas. El trayecto más común parte desde el mismo Gujuli, donde hay una zona habilitada para aparcar. Desde allí, un paseo de unos 15 minutos por un camino señalizado lleva hasta el mirador.
El mirador, situado en una posición estratégica, brinda una vista panorámica de la cascada y del cañón por donde discurre el río Jaundia. Desde este punto, la caída del agua impresiona tanto por su altura como por la belleza natural que la rodea.
Además, en días en los que el viento sopla levemente, es posible divisar el agua en el aire, generando una especie de niebla que impregna de magia las vistas.
Naturaleza y conservación
La cascada de Gujuli también forma parte de una zona de especial protección por su valor ecológico, pues el Parque Natural del Gorbeia es uno de los más importantes de la región, y en su interior se encuentran diversas especies de flora y fauna protegidas.
El entorno de la cascada es hábitat de numerosas aves rapaces, como el buitre leonado y el águila real, lo que convierte la zona en un lugar privilegiado para los amantes de la ornitología.
Asimismo, en los últimos años, se ha trabajado en la adecuación de senderos y miradores, respetando siempre el equilibrio natural de la zona.
Historia y leyendas
Como muchos rincones de la geografía vasca, Gujuli no está exento de leyendas. La más famosa de ellas asegura que la cascada está habitada por lamias, seres de la mitología vasca que se asemejan a las sirenas.
Se dice que estas criaturas viven en el agua y que, en noches de luna llena, emergen para peinarse con peines de oro. Según estas historias, pueden atraer a los viajeros desprevenidos y, si son molestadas, castigar a los intrusos.
Otros trayectos
Para los senderistas más experimentados, el área de Gujuli ofrece rutas alternativas que conducen a las cercanías del Parque Natural del Gorbeia. Una de ellas parte desde el mirador y desciende hacia el valle, donde se puede recorrer el bosque que rodea el río.
Aunque el acceso a la base de la cascada es complicado y no está recomendado por la peligrosidad del terreno, este recorrido alternativo permite experimentar el paisaje desde otra perspectiva.
Otra opción interesante es combinar la visita a la cascada de Gujuli con la exploración del Hayedo de Altube, un precioso bosque de hayas que, en otoño, despliega una gama de colores que varían desde el verde oscuro hasta el amarillo y el marrón.