“Bitxos surge de la necesidad de dar visibilidad a los sin voz”, afirma su presidenta, Sonia González Gil (59 años). Oficialmente, la asociación animalista de Bermeo nació el 7 de enero de 2021, en plena pandemia. Durante los meses de confinamiento, en el primer tramo de 2020, esta mujer de Bilbao aprovechaba los paseos con su perro para llevarles comida a las colonias de gatos callejeros. “Estaban en un estado lamentable; crías y adultos muertos y días y días tirados en la calle”, recuerda González. Y ahí empezaron a organizarse, vía WhatsApp, varios vecinos concienciados por el bienestar animal.
¿Siempre ha tenido una sensibilidad especial con los animales?
-Mi ama me contaba que cuando yo era muy pequeña llevaba a casa todos los animales que encontraba en la calle. Ahora, ya de mayor, junto con un grupo de gente maravillosa, tengo la posibilidad de ayudarlos o por lo menos de intentarlo de la mejor forma que puedo.
Hay gente que se pasa al veganismo o vegetarianismo, otras personas dedican su amor y cuidado a los animales con los que trata y convive… ¿Cuál es su caso particular?
-Respeto a la gente vegana o vegetariana, pero no es mi caso; aunque procuro que los productos que consumo no procedan de macrogranjas. Lo mío es, simplemente, pasión por los animales; prefiero su compañía a la de muchas personas. Soy de esas personas que cuando pasean a sus perros se saben el nombre de todos los perros con los que se cruzan, pero no el de sus dueños.
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Los primeros pasos de la asociación fueron en plena pandemia, un momento muy complicado para aventurarse en nuevos proyectos.
-Recuerdo que estábamos en el bar Etxepe, de la actual secretaria de la asociación, porque no teníamos donde juntarnos. Íbamos con nuestras mascarillas puestas, volviéndonos locas con el papeleo y sin tener los estatutos completados. Un día, recibimos una llamada para hacernos cargo de tres crías a las que una señora quería matar, porque decía que la madre las había abandonado. Conseguimos una jaula enorme donde tenerlas a salvo y darles de comer hasta poderlas llevar al día siguiente al veterinario.
¿Qué cree que ha conseguido la asociación desde entonces?
-Conseguimos empezar a gestionar las colonias de gatos callejeros mediante el método CER (Captura, Esterilización y Retorno) y nos ofrecieron un local donde poder tener animales enfermos hasta su recuperación, y también para darlos en adopción. Con el nuevo ayuntamiento, prácticamente, hemos retrocedido a la casilla de salida. Han hecho mejoras en el local, han puesto dos ventanas y una pared para tener dos estancias, y nada más. Ya no tenemos CER y no contamos con ningún tipo de ayuda gubernamental.
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¿Qué faltaría por hacer?
-Todo. Y como hay más concienciación animal, cada vez recibimos más llamadas: para ir a rescates, de personas que ya no pueden cuidar de sus mascotas, de defunciones de dueños para que busquemos sus animales a casa… Con los medios que tenemos hacemos malabares para poder ayudar a todos. Hay que tener en cuenta que no solo ayudamos a los gatos; también hemos dado en adopción perros y conejos, hemos ayudado a reubicar una chinchilla, rescatado murciélagos atrapados en portales, nos hemos hecho cargo de un cormorán que estaba desorientado, de un cárabo, etc. No solo somos las locas de los gatos.
¿La esterilización de los gatos es la mejor forma de contribuir al control poblacional responsable?
-Sí, sin duda. Solamente mediante la esterilización conseguiremos controlar el número de gatos de cada colonia y sanearlas. Hay muchas enfermedades que se transmiten de madres a hijos y entre individuos (leucemia, VIF, etc.), y con la esterilización también conseguiríamos controlarlas.
En las redes sociales de Bitxos Bermeo se relatan muchas historias sobre animales, en especial alrededor de los gatos. ¿Cuál es su historia favorita con final feliz?
-Mi favorita es la de Gizmo. Nos lo trajeron unas chicas que estaban pasando el día en Bermeo y se lo habían encontrado. Estaba ciego por un herpesvirus y tenía los ojos tan hinchados que uno de ellos se le salió de la cuenca. Fuimos narrando su recuperación en internet, y fueron muchas las personas que se ofrecieron a ayudarle y que venían al local a conocerlo. Me costó mucho dejarlo marchar, ninguna casa me parecía buena para él.
Desgraciadamente, también abundan las historias tristes…
-Sí, por ejemplo la de un pobre gato atropellado, que apenas podía andar y acabaron tirando al río. Nos llamaron, no por pena, sino por pura molestia un domingo. Quiero hacer una mención especial a los miembros de Herri Babesa de Bermeo, que acudieron sin demora al rescate. Se lo llevaron de urgencia a un veterinario; finalmente, lo tuvo que sacrificar porque los parásitos lo habían devorado por dentro. La cara y la cruz del género humano.
Hace poco entró en vigor la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales. ¿Es esta una buena norma?
-Yo creo que se fomenta la tenencia responsable. La venta de animales no dejaba de ser una transacción económica; cuantos más vendas mejor, sin importar a quién se le vende un ser vivo sintiente. Con la nueva ley se fomentan las adopciones y se mira más el bienestar del animal. Muchos de los animales que se dan en adopción provienen de esas ventas, de animales de multicriaderos con enfermedades congénitas.
Los animalistas han criticado duramente que se excluye a los perros de caza. Supongo que no le parece bien…
-Pues no, los perros de caza pasan a ser ‘utensilios’; si no vale, se cambia por otro y ya está. Además, los animales de granja quedan en un limbo con la nueva ley y se debería prohibir la tauromaquia.
¿Qué caso le ha llamado la atención o le ha afectado más emocionalmente desde que montó la asociación?
-Un gato al que atropellaron y seguía vivo. Estábamos trabajando y no podíamos acudir a su rescate. Llamamos a la policía municipal y les pedimos por favor que lo auxiliaran hasta que encontrásemos a alguien para llevarlo al veterinario. Se limitaron a decirnos que ya habían dado el parte del accidente y punto.
Recientemente, decenas de personas han participado en un sorteo solidario que ha sido promovido en las redes sociales y en el que, por cinco euros, se pueden degustar platos y raciones de los bares y restaurantes de Bermeo.
-Ha tenido muy buena acogida. Además, la implicación de los bares ha sido algo que nos ha levantado mucho la moral, al igual que la venta de lotería; hemos triplicado la venta del año pasado, lo que indica que cada vez nos conoce y nos apoya más gente.
El mayor regalo para el bienestar animal
Las asociaciones animalistas se han convertido en la columna vertebral del cuidado, atención y protección de las diferentes especies animales que habitan entre nosotros. La creciente concienciación social está de su parte, pero necesitan más apoyo para poder gestionar sus actividades de una manera más eficiente. “Hay muchas formas de ayudarnos”, indica la presidenta de Bitxos Bermeo, Sonia González, y pasa a enumerar las opciones más habituales: “Hacerse voluntario, apadrinar un gato, hacer donativos, comprar lotería, participar en las rifas, en los mercadillos…”. Todo lo recaudado se destina a cubrir “gastos veterinarios”, así como “la alimentación de los gatos del refugio”. Según especifica González, la