El neumólogo del Hospital de Galdakao OSI Barrualde y Jefe de Servicio de Neumología del Hospital San Juan de Dios de Santurtzi, Mikel Egurrola, asegura que aunque el número de fumadores está disminuyendo, la industria tiene el foco puesto en las nuevas generaciones. Así, pone sobre la mesa sus dudas respecto a si la ley que prepara Sanidad para reducir el tabaquismo vaya a ser la solución al problema que afecta a miles de personas en el Estado.
Aunque la ley antitabaco que se aprobará antes de final de año no sea la panacea, ¿ayudará a que se fume menos?
-No necesariamente, pero será un nuevo paso más hacia el aislamiento del tabaco, dentro de la corriente de arrinconamiento público del hábito.
¿Cree que les falta alguna medida por incluir en él?
-Sin duda reducir el número de establecimientos que dan acceso al tabaco (estancos, máquinas expendedoras€).
¿Qué le parece la medida de prohibir fumar en espacios públicos?
-Se debe evitar la práctica en público de cualquier hábito nocivo, aún siendo legal, puesto que de esta manera el tabaco se integra en el día a día de la sociedad consiguiendo formalizarse.
Los fumadores diarios se reducen casi un 2% desde 2017 y desciende el número de nuevos adictos. ¿Es reflejo de que la ley vigente surte efecto o está la población cambiando de hábitos?
-Ambas cosas. La ley cambia el uso del tabaco pero la sociedad también cambia. Lo que antes no se consideraba una mala costumbre o una actitud repudiable hoy en día sí lo es, y no me refiero solamente en el ámbito de las drogadicciones.
¿Se ha concienciado más la gente de los riesgos del tabaquismo durante la pandemia, al ver las consecuencias que tenía la enfermedad para los adictos?
-No, para nada. La pandemia ha afectado a todos por igual. Otro asunto es que las personas hayan adquirido mayor conciencia del valor de su propia salud al ver lo ocurrido con la pandemia.
Siempre se habla de la relación entre el tabaco y el cáncer. Pero, ¿qué incidencia en la salud tiene actualmente su consumo en Euskadi?
-El tabaco perjudica al organismo en general. No solamente produce cáncer, sino que afecta a diferentes órganos al tratarse de un tóxico que se distribuye por todo el cuerpo. En Euskadi cada vez están más presentes las campañas de concienciación sobre su uso perjudicial y sus consecuencias, sin embargo no se consigue disminuir drásticamente. Está claro que es una cuestión de tiempo y su erradicación está en manos de la sociedad vasca.
¿Qué efecto puede tener a largo plazo en la salud de un niño que los progenitores fumen en casa?
-El principal es la normalización del hábito y, por tanto, la futura adhesión del niño al tabaco.
¿Siguen cayendo los jóvenes con la misma facilidad que antes?
-La industria tabaquera no cesa de inventar estrategias para atraer a la juventud. Se ha visto un incremento entre la población femenina superior a la masculina en cuanto a la incorporación al hábito, si bien hay una tendencia de forma generalizada a la disminución del número de fumadores.