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La industria vasca, ante un año con tareas urgentes en todos los ámbitos

Después de cerrar un 2024 difícil, el sector afronta los próximos meses con la necesidad de avanzar en distintos frentes - La recuperación de Europa, los costes y el empleo, entre los retos del sector
Interior de una de las plantas de Tubacex, una de las empresas punteras de Euskadi.
Interior de una de las plantas de Tubacex, una de las empresas punteras de Euskadi. / NTM

La industria vasca ha comenzado el nuevo año con las mismas dificultades e ilusiones del año pasado, lo que demuestra la complejidad de un panorama económico en el que hay tareas en las que puede avanzar (inversiones, talento, transiciones) pero en el que, al mismo tiempo, existen objetivos, como la rebaja de la inflación, la llegada de los fondos europeos o la mejora de las circunstancias geopolíticas, en los que es dependiente de la evolución de los acontecimientos. El año 2024 fue difícil para el sector, marcado sobre todo por la fragilidad de las economías europeas que representan sus principales mercados -Alemania y Francia-, y un comportamiento que, en líneas generales, fue de más a menos durante el año.

A falta de un balance final con el dato de diciembre, los cálculos de los diversos agentes reflejan un crecimiento más bien plano. En su última actualización de previsiones, Confebask estimó que 2024 ofrecerá una subida del PIB industrial del 0,3% frente al 1,8% del año anterior, mientras que desde el Gobierno vasco, el último informe trimestral recoge que, hasta el mes de noviembre, el sector mantenía un tono de “notable debilidad” y que su valor añadido “tan solo aumentó un 0,7% respecto al año anterior, un ritmo muy inferior al registrado por el conjunto de la economía en ese periodo”. Por su parte, el Índice de Producción Industrial (IPI) que elabora Eustat refleja que la industria cayó en los once primeros meses del año un 1%. En este contexto, los retos a los que se enfrenta en este año la industria son variados y conectados entre sí.

RECUPERACIÓN EUROPEA

Para las empresas vascas es fundamental la mejoría en las economías de Alemania y Francia, un proceso que se está demostrando más complicado de lo previsto y a lo que hay que añadir la inseguridad política en estos países, con fuerzas extremistas en alza que condicionan todas las expectativas de futuro a corto y medio plazo. La recuperación de la industria automovilística de ambos países, debilitada ahora por la inflación de materias primas y la feroz competencia del vehículo eléctrico chino subsidiado, se antoja fundamental para el tejido vasco. No obstante, están apareciendo otros destinos que están absorbiendo parte de esas exportaciones, como México, Países Bajos, Italia y Reino Unido, que trata de recobrar conexiones con los mercados europeos tras comprobar que su economía no deja atrás las penurias post-Brexit.

COSTES

Pese a la contención de la inflación general, el coste de la energía y de los suministros básicos han seguido encareciéndose para todo el sector industrial, y el vasco no ha sido una excepción. Controlar esa variable -algo complicado ya que depende de la situación internacional- se presenta como algo básico para las empresas, toda vez que, como destaca Confebask, los costes laborales (salarios y cotizaciones) se están incrementando mientras los márgenes de rentabilidad se estrechan. Por otra parte, se espera que el acceso a financiación sea más asequible que en ejercicios precedentes gracias a los descensos en los tipos de interés ordenados en los últimos meses por el BCE, que han dejado la tasa general en un 4,5%.

PROTECCIONISMO

La vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos este mes amenaza con poner patas arriba el comercio mundial de nuevo si opta por aplicar los fuertes aranceles que está prometiendo. Trump se queja de que Estados Unidos compra a los países europeos un volumen de mercancías superior al que sigue el recorrido inverso, algo parecido a su queja respecto a China. Hallar un equilibrio en todas estas cuestiones, que tienen que ver también con la geopolítica, será muy importante para las empresas vascas, que han ido accediendo cada vez más a contratos en Estados Unidos gracias a la apertura inversionista hacia el exterior de Joe Biden. De lo contrario, la economía europea -y por consiguiente el tejido industrial vasco- sufrirá. Además, la evolución de los conflictos en Ucrania, con un gas que resulta mucho más caro, y de Gaza, donde el bloqueo de los hutíes al tráfico marítimo en el Mar Rojo eleva sobremanera el coste del transporte, también tendrá repercusión.

TALGO Y GAMESA

Antes de que concluya este mes -el plazo que se ha marcado el Gobierno central- debería quedar resuelto el rumbo que toma la propuesta de compra del 29,9% de las acciones de Talgo en manos del fondo Trilantic que el grupo vasco Sidenor planteó el año pasado. Si sale adelante, sería un respaldo positivo para la planta que el fabricante ferroviario mantiene en la localidad alavesa de Rivabellosa, con 700 empleados, y para el resto de la industria auxiliar de la zona. Al mismo tiempo, se deberá comprobar la aplicación del ERE que Siemens Gamesa, con varios centros en Euskadi, quiere aplicar. Las 255 salidas previstas en España no se materializarán todas en 2025, sino que se producirán hasta 2026. Al mismo tiempo, comenzará a funcionar e en los centros de Asteasu, Lerma, Burgos y las oficinas de Zamudio un ERTE para 426 personas.

TRANSICIONES

Otro de los capítulos que marcarán la hoja de ruta de las empresas vascas para este año va a estar en el cumplimiento de los deberes que van imponiendo las transiciones energética y digital. La necesidad de ir avanzando en la descarbonización de la actividad productiva de las industrias está requiriendo un incremento de las inversiones, un proceso obligado pero que denota también optimismo en que sea una hoja de ruta que llegue a buen término. Al mismo tiempo, la transición digital redoblará los esfuerzos por la formación, también con el objetivo de que la Inteligencia Artificial sea otra herramienta de valor para incrementar la competitividad y la productividad de las compañías. Y sin descuidar los cada vez más frecuentes ciberataques desde todas partes, que suelen traducirse en pérdidas económicas e inquietud en las organizaciones.

EMPLEO 

El empleo en la industria está creciendo proporcionalmente por debajo del que se da en sectores como la construcción y los servicios. Las previsiones de Confebask apuntan, según las empresas encuestadas, a que “las perspectivas de empleo se moderan, con menos empresas que prevén aumentar sus plantillas”. En este sentido, la industria lleva tiempo insistiendo en la dificultad para encontrar personal cualificado, una tarea en la que está inmersa también todo el tejido industrial del Estado y de Europa por cuestiones vinculadas a la crisis demográfica que vive todo el continente. Resolverlo requiere un enfoque multilateral.

FONDOS EUROPEOS

Cuando están a punto de cumplirse cinco años del estallido de la pandemia, los fondos europeos Next Generation, esperados como el impulso que iba a servir como palanca para la renovación industrial, no terminan de llegar en su integridad a las empresas debido a una burocracia que acaba desanimando a muchas de ellas. En este aspecto, las instituciones vascas reclaman un mayor papel en la gestión de estos fondos, de manera que se pueda asegurar una mejor capilaridad de los mismos. De confirmarse los planes recentralizadores de la Comisión Europea, podrían entorpecer la llegada de estos fondos a la industria.

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2025-01-13T16:46:08+01:00
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