La tasa de inflación interanual de la zona euro se habría situado en febrero en el 2,4 %, una décima por debajo del dato de enero, poniendo así fin a cuatro repuntes consecutivos del dato, ante el menor impacto alcista de la energía y a pesar de la aceleración del coste de los alimentos, según la estimación preliminar publicada por Eurostat.
En concreto, en el mes de febrero el precio de la energía habría registrado una subida interanual del 0,2 %, frente al incremento del 1,9 % del mes anterior, mientras que el coste de los alimentos frescos se habría encarecido un 3,1 % anual, frente al 1,4 % de enero, lo que implicaría su mayor subida desde enero de 2024.
De su lado, los bienes industriales no energéticos habrían aumentado su precio un 0,6 % interanual en febrero, una décima más que en enero, pero los servicios habrían moderado el alza de su coste al 3,7 % desde el 3,9 % del mes anterior, la menor subida desde abril del año pasado.
De tal modo, al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro en febrero se estima en el 2,6 %, en línea con el dato de enero.