La inflación elevó el gasto de los hogares vascos un 7,3% el pasado año

Que la inflación ha hecho mella en el gasto de los hogares es una realidad. Es más, se ha colocado como una de las principales preocupaciones de los ciudadanos en el último año. No es para menos. El gasto de las familias vascas ascendió un 7,3% el año pasado (2.400 más que en 2021) hasta llegar a los 35.445 euros, alcanzando el mayor gasto de la serie histórica. Esta cifra está por encima del gasto medio estatal, que la Encuesta de Presupuestos Familiares publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa en 31.568 euros, un 7,9% más que el año anterior. Esta cifra está un 4,4% por encima del nivel de 2019 y supera por primera vez los niveles previos a la pandemia. La CAV se situó también a la cabeza del Estado en gasto medio por persona, con 15.103 euros, seguida de la Comunidad de Madrid (14.326 euros) y Nafarroa (14.190 euros).

Si se observa al gasto de las familias por sectores, queda clara la influencia de la inflación, que el año pasado alcanzó los dos dígitos en los meses de verano y cerró con una media del 8,4%, el nivel más alto en 36 años, con especial impacto en la alimentación. Así, más de una tercera parte del presupuesto de los hogares (12.411 euros) se concentró en pagar la vivienda y sus principales suministros: agua, electricidad, gas y otros combustibles. Este gasto estuvo afectado por la fuerte volatilidad en los precios energéticos debido a la guerra en Ucrania.

Le siguió el gasto en alimentos y bebidas no alcohólicas, que representaron el 15% del presupuesto. El año pasado ya se percibía el fuerte aumento de precios de la alimentación que, sin embargo, tocó techo en febrero de este año con un alza del 15,7% que se ha moderado hasta el 12% en mayo. En este apartado, los consumos de carne (3,5% del gasto total); pan y cereales (2,2%); leche, queso y huevos (1,9%); pescado (1,8%); legumbres, hortalizas y patatas (1,8%), y frutas (1,7%) fueron los más relevantes.

La crisis sanitaria alteró los hábitos de consumo de los hogares y provocó una disminución del gasto, que se recuperó en parte en 2021. Sin embargo, esta recuperación no se completó del todo hasta el año pasado, cuando el gasto medio por hogar en el Estado fue 1.325 euros superior al de 2019 como consecuencia principalmente del mayor gasto en alimentos y bebidas no alcohólicas (764 euros más que en 2019), así como en vivienda (802 euros más). Sin embargo, aún hay grupos como vestido y calzado (-13,1%), ocio y cultura (-7,2%) y bebidas alcohólicas y tabaco (-6,8%) que se mantienen por debajo de los niveles de 2019.

Además, el hecho de que el pasado fuese el primer ejercicio sin ningún tipo de restricción por la pandemia supuso que el mayor aumento del gasto de los hogares fuese a parar a restaurantes y hoteles, así como en ocio y cultura y en transporte. En este caso, cada hogar vasco se gastó el año pasado casi 4.000 euros en restaurantes y hoteles –principalmente en comer fuera de casa–, lo que supuso un aumento del 32,9% en comparación con 2021, y también se pagó más por la factura energética por mayor gasto en electricidad (10,1%) y gas (23%).

Se da la circunstancia de que el dinero que los vascos destinaron a restaurantes y hoteles en 2021 ya fue un 31,9% superior al de 2020, pero entonces el aumento estuvo motivado por la eliminación o relajación de muchas de las restricciones impuestas por el covid-19.

El año pasado en cambio ya no había limitaciones sanitarias pero al incremento del gasto en restaurantes y hoteles fue incluso algo superior, del 32,9%. Así, cada hogar de Euskadi gastó en estas actividades 3.942 euros, con lo que los vascos destinaron a comer y dormir fuera de casa el 11,1% de su gasto total anual, un porcentaje que supera en dos décimas al de 2019, previo a la pandemia.