Vida y estilo

La ‘influencer’ guipuzcoana que ha cambiado las reglas del juego

La donostiarra ha conseguido recuperar la esencia de YouTube y revivir la auténtica conexión con su audiencia a través de vlogs de viaje y un estilo único
La ‘influencer’ destaca por sus ‘looks’ en todos los eventos, siendo un referente en la moda.
La ‘influencer’ destaca por sus ‘looks’ en todos los eventos, siendo un referente en la moda. / EFE

Imagínate que es 2016. Llegas a casa después del instituto o del trabajo, tiras la mochila en el sofá y te sientas a comer frente al portátil o con el móvil apoyado en la mesa. YouTube ya está abierto. Mientras das el primer bocado, pulsas “reproducir” en el último vlog de tu creadora de contenido favorita. Quizá sea un haul de ropa, un storytime o un viaje grabado con una cámara de mano y editado con transiciones torpes, pero da igual: esa sensación de rutina, de conexión con alguien al otro lado de la pantalla, era lo que importaba.

Los años pasaron y, sin darnos cuenta, todo eso desapareció. YouTube fue desplazado por la inmediatez de TikTok e Instagram, los vídeos largos fueron tachados de aburridos y los creadores migraron a plataformas donde bastaban 30 segundos para ser tendencia. Parecía que la era dorada de YouTube había quedado atrás. O quizás no.

Carlota Marañón ha sido una de estas influencers que han vuelto a la plataforma roja, YouTube, el lugar donde todo comenzó. Siendo una de las pioneras que ha dado el pistoletazo de salida para que otras creadoras le sigan. Con sus vlogs de viajes ha conseguido que miles de seguidores vuelvan a engancharse a los vídeos largos, demostrando que la nostalgia es mucho más que un recuerdo: puede ser una revolución.

Carlota Marañón ha sabido transformar su presencia digital en una marca personal poderosa que fusiona la autenticidad con el estilo. Su contenido se ha convertido en un referente para quienes buscan inspiración en moda streetwear y estética urbana, sin perder el toque personal que la hace única.

Perfil Digital 

De Donostia al mundo sin perder la escencia. Con sus amigos y una cámara en mano, Carlota Marañón comenzó su camino en redes desde la capital guipuzcoana. Poco a poco, fue construyendo su comunidad. Hoy, con esos mismos amigos, una cámara y con Donostia como telón de fondo o en cualquier rincón del mundo, son 278.000 los seguidores que acompañan a Carlota en sus aventuras. ¿El truco? Fácil. Lejos de la perfección impostada que a menudo caracteriza a los influencers, sus vídeos tienen una frescura que recuerda a sus inicios: auténticos, sin filtros excesivos ni producciones artificiales. Su comunidad ha crecido de manera exponencial por eso, porque en un mundo donde todo parece programado, su contenido es un soplo de aire fresco.

Desde que comenzó su andadura en redes, ha entendido algo que muchos influencers han pasado por alto: la clave no está en seguir las tendencias, sino en crearlas. Con un estilo que mezcla referencias vintage, piezas exclusivas y prendas accesibles para todos los bolsillos, Carlota ha conquistado a una audiencia que va más allá del postureo: jóvenes que buscan su identidad a través de la ropa y que encuentran en su contenido una fuente inagotable de inspiración.

Además, su presencia en TikTok ha sido fundamental para consolidar su éxito. La red social ha servido como trampolín para sus outfits, viajes y lifestyle, donde la inmediatez del formato corto se convierte en el gancho perfecto para atraer seguidores a su contenido más extenso en YouTube. Es un equilibrio entre lo efímero y lo duradero, entre la moda rápida de un clip y la profundidad de un vlog de 20 minutos.

En un panorama donde la fugacidad reina, Carlota ha apostado por un formato más pausado. Sus vlogs han devuelto a muchos la emoción de sentarse a ver vídeos largos, reviviendo la esencia de la plataforma. Viajes con amigos, escapadas improvisadas y una edición cuidada pero sin perder naturalidad han sido las claves para que su audiencia vuelva a engancharse.

2025-03-25T22:51:07+01:00
En directo
Onda Vasca En Directo