Cuentan los sabios del lugar que, en días despejados, es posible escuchar más de 140 lenguas distintas a lo largo y ancho de los cielos de Bizkaia. Una auténtica torre de Babel que ha crecido y crecido con el paso del tiempo y que, en paralelo, se ha ido haciendo fuerte desde abajo. Y según vaticinan esos mismos sociólogos y expertos en migraciones sociales, este fenómeno irá a más. Esto obligará a las instituciones a repensar sus estrategias y a reforzar sus armaduras sociales; no para defenderse sino para proteger de la precariedad que atenaza los proyectos vitales de esos nuevos habitantes. El último informe sobre las tendencias y los retos en la integración de la población inmigrante en Euskadi analiza distintos escenarios y propuestas de trabajo que ya están manos del Gobierno vasco, actor principal en este puzle.
Así lo demostró ayer el comentario de Luis Sanzo, técnico del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. Decía en la presentación de las conclusiones del documento que hay motivos de sobra para pensar que el futuro de Bizkaia –y de Euskadi– "dependerá a medio y largo plazo de la capacidad para superar las desigualdades" que envuelven las vidas de esas miles de familias migradas. A su juicio, la superación de esas situaciones de vulnerabilidad, pobreza y precariedad que mayoritariamente afectan a este colectivo "en especial entre los más jóvenes y la población infantil constituye uno de los principales retos para una política de inclusión social que pretenda ser exitosa en el proceso de consolidación de la Euskadi del futuro".
De momento, los pocos datos aportados confirman el papel de Bizkaia como epicentro de la migración. Es en este Territorio Histórico donde las personas y familias llegadas de África, China, Latinoamérica y el continente europeo se han asentado en mayor proporción. En principio porque las condiciones de vida –aunque precarias– son mejores que en otros puntos; también porque hay familiares, amigos, compatriotas... Por ejemplo, el 47% del total de la población de origen asiático vive en Bizkaia; y en el caso de concreto de China se dispara hasta el 60%. Además, el 45% de la población con carné europeo también ha elegido Bizkaia, un porcentaje similar al que presenta la de origen africano y que se incrementa hasta el 53% cuando se contabiliza al colectivo latinoamericano.
Perfiles
Toda una colección de realidades que a diario respiran en Bizkaia y a las que se antoja imprescindible atender. Entre las conclusiones del informe Tendencias y retos en la integración de la población inmigrante en Euskadi se subraya que cada uno de esos colectivos requiere de un proceso de integración diferente. Por ejemplo, las personas de origen asiático –en especial las de origen chino– muestran un bajo nivel de estudios y una integración social moderada. Sin embargo, su integración laboral es "excelente" y sus tasas de regularidad administrativa "muy elevadas".
El colectivo latinoamericano, por su parte, presenta una gran diversidad. Frente a orígenes con una mayor integración como Argentina, Chile y Uruguay, resalta el caso de Bolivia, ya que muestra un mayor número de personas sin estudios, además de dificultades de acceso al mercado laboral. Finalmente, los orígenes africanos "muestran los valores más distantes". Magreb presenta en términos generales un bajo nivel de estudios y elevadas tasas de paro, con una escasa integración en el mercado laboral de las mujeres.
Trabajo por delante hay, aunque la base social es buena. En contra, el panoramana social actual general. Lo que Xabier Aierdi, voz de referencia en estos asuntos vinculados con los movimientos sociales, definía como "época líquida". Con este término hace referencia al debilitamiento de las instituciones, pero también de los lazos sociales. Eso puede significar verdaderos problemas en forma de "incertidumbre, fragilidad e inseguridad" y, con esos mimbres, sería imposible abordar con garantías el fenómeno de la integración social y económica de las personas migradas.
Perspectiva de género. Las variables origen, sexo y edad tienen una incidencia "muy importante" en la situación de las personas de origen extranjero, siendo las mujeres, jóvenes y las personas procedentes del continente africano las más perjudicadas. Las mujeres procedentes de Senegal, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Rumanía sufren mayores tasas de rechazo y discriminación que los hombres. Además, las mujeres migrantes parecen tener peor salud que los hombres de su mismo grupo de origen.