Trabajo transformó en indefinidos uno de cada tres contratos revisados

Las actuaciones de la Inspección de Trabajo se tradujeron en 2022 en la transformación de 8.760 contratos en indefinidos y a tiempo completo, esto es, uno de cada tres contratos revisados. El año pasado, la inspección revisó 25.948 contratos, 14.559 como consecuencia de su actuación ordinaria en la lucha contra el fraude en la contratación, y otros 11.389 en el marco del plan de choque. De ellos, 8.760 contratos fueron transformados en indefinidos y a tiempo completo, 3.027 por la actividad ordinaria y 5.733 en el plan de choque. Estos datos fueron dados a conocer ayer lunes en Bilbao por la viceconsejera de Trabajo y Seguridad Social, Elena Pérez Barredo, y de la subdirectora de Inspección de Trabajo, Iciar González, que presentaron el balance del ejercicio pasado.

Además, el 10% de las actuaciones terminó en infracciones y un 18% más en algún tipo de requerimiento. Además, se detectaron irregularidades en más de la mitad de las empresas en que la Inspección de Trabajo vigiló la obligatoriedad de aplicar el registro horario. Al respecto, Pérez Barredo explicó que su función en Euskadi “no es especialmente punitiva” y destacó que tiene una función fundamentalmente preventiva. “En la medida en que actúa, las empresas corrigen determinadas situaciones”, indicó. De esta manera, alrededor de un 30% de las ocasiones, las empresas avisadas terminan corrigiendo su actuación.

Sin embargo, de las 566 actuaciones inspectoras de la obligación de registro de jornada según la ley 8/2019, 109 terminaron en infracciones y 187 en requerimientos. Se detectaron así irregularidades en el 52% de las empresas analizadas. Por ello, a pesar del tiempo transcurrido desde la entrada en vigor de ley en mayo de 2019, “aún su aplicación sigue siendo deficiente”, afirmó la viceconsejera. Además advirtió de que la identificación de irregularidades en la utilización del registro horario es “uno de los temas más difíciles de probar” y requiere de la colaboración de personas de dentro de la plantilla.

Factor corrector Pérez Barredo indicó que la reforma laboral aprobada el pasado año es, sin duda, un factor corrector en sí mismo, “porque considera por defecto que los contratos deben ser indefinidos y tasa muy bien cuáles pueden ser eventuales”. “Por ello, además de aclarar la situación de las personas trabajadoras, facilita la labor de la Inspección de Trabajo en el control de la contratación”, destacó.

Aunque las campañas contra el fraude en la contratación temporal se llevan realizando desde 2018, el pasado año se puso en marcha por primera vez una actuación inspectora en materia de contratación parcial. Según los datos obtenidos por la Herramienta de Lucha contra el Fraude acerca de empresas que presentaban un porcentaje de trabajadores a tiempo parcial superior a la media del sector, en el último cuatrimestre se enviaron 4.946 cartas a otras tantas empresas que afectaban a 11.436 trabajadores. “Se está a la espera de conocer cuántas han subsanado las posibles irregularidades detectadas antes de iniciar la actuación correspondiente”, señaló.

Asimismo, se desarrolló un plan de choque para la reducción de la siniestralidad laboral en colaboración con el Organismo Estatal Autónomo de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (OEAITSS) y en coordinación con Osalan en sectores como la construcción, la recogida de residuos, las instalaciones eléctricas, el transporte por carretera y las mudanzas, entre otros.

Otra de las novedades del pasado ejercicio fue la puesta en marcha de un plan estival eminentemente preventivo con motivo de la exposición a altas temperaturas en sectores como invernaderos, lavanderías, tintorerías, construcción, hostelería y diversas actividades al aire libre. Está previsto realizarla de nuevo este año, aunque ampliada a condiciones ambientales adversas.