Anticiparse y conocer las tendencias sociales, científicas y económicas se está convertiendo, cada vez más, en un factor fundamental de éxito empresarial. Con ese motivo, la Agencia Vasca de Innovación (Innobasque) organizó ayer un encuentro virtual con empresas socias en el que sus responsables pusieron el foco en el importante papel que va a jugar la Inteligencia Artificial en su vertiente generativa.
La presentación del ‘Informe Innobasque de Prospectiva 2024. Tendencias de innovación’ permitió conocer las claves que van a dominar en un “futuro económico muy incierto”, como explicó el presidente de la Agencia, Manuel Salaverria. El concepto de “geotecnoeconomía” -la intersección en la que convergen la geoestrategia, la tecnología y la economía- será sobre el que pivoten los retos que afrontarán las empresas. Entre ellos estarán los usos de la Inteligencia Artificial, la computación cuántica, la sostenibilidad, la búsqueda de talento y la alineación entre los objetivos empresariales y los valores personales de los trabajadores, subrayaron las expertas Lola Elejalde y Oihana Blanco. “No podemos quedarnos parados, pero no podemos avanzar sin reflexionar”, resumió Elejalde.
Talento
La captación y retención de talento especializado es otra de las tareas que van a tener que abordar los sectores económicos. En este sentido, y asumiendo que la automatización de los procesos “va a generar tanto oportunidades como retos”, Elejalde y Blanco destacaron la importancia que adoptarán conceptos como “aprendizaje continuo” y “modelos de trabajo flexibles” que ofrezcan desarrollo personal y permitan alinear los valores de las empresas con los de sus trabajadores.
Sin lugar a dudas, la Inteligencia Artificial generativa y sus múltiples aplicaciones marcarán el panorama de innovación empresarial. Su capacidad para crear “ideas y contenidos nuevos” la va a diferenciar de olas tecnológicas precedentes. “Debido a su potencial, la cuestión no es si utilizarla o no en las organizaciones, sino decidir para qué, con qué alcance, a qué ritmo y con qué riesgos se utilizará. La diferencia entre las organizaciones radicará, por lo tanto, en la forma en que la usan”, indicaron ambas analistas. En este sentido, subrayaron que la Inteligencia Artificial generativa se convertirá en “un mecanismo siempre activo, capaz de imaginar, crear y lanzar constantemente nuevos productos, servicios y negocios, con una calidad, velocidad y tasas de éxito antes inimaginables. Las personas serán quienes diseñen, usen y fijen los objetivos de ese motor”, explicaron.
La “sostenibilidad por convicción” será otra de las tendencias en las que se asiente el trabajo de las empresas en los próximos años. “Es necesaria integrarla en nuestro funcionamiento empresarial”, indicaron las analistas de Innobasque, destacando que el respeto por el medio ambiente “está dejando de ser visto como imposición para imponerse como una ventaja competitiva gracias a unos inversores y consumidores cada vez más exigentes”.
Con todo este panorama, otro de los desafíos más relevantes será la necesidad de potenciar la resiliencia para mejorar la “capacidad y velocidad de adaptación de los modelos de negocio a los cambios”.
Asimismo, Lola Elejalde y Oihana Blanco remarcaron el potencial del próximo “salto” tecnológico, que será protagonizado por la computación cuántica, así como la creciente trascendencia de la ciberseguridad. El desafío radica en cómo las organizaciones deciden implementar este conocimiento, teniendo en cuenta su situación y el contexto que les rodea. “La innovación abierta es un imperativo en el que será básico un modelo de colaboración entre personas, organizaciones y tecnología”, concluyeron.