Las conclusiones de la investigación independiente realizada por la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la muerte de la periodista palestina Shireen Abu Akleh el mes pasado en Cisjordania coincide con la evaluación realizada por las autoridades palestinas y que apuntan a las fuerzas israelíes como responsables de la muerte de la reportera.
"Toda la información que hemos recopilado, incluyendo la oficial proporcionada por el Ejército israelí y la Fiscalía General de la Autoridad Palestina es consistente con las conclusiones de que los disparos que mataron a Abu Akleh e hirieron a su colega, Alí Samudi, procedieron de las fuerzas de seguridad israelíes y no del fuego indiscriminado de palestinos armados, como apuntaron en un principio las autoridades israelíes", ha declarado este viernes la portavoz del organismo Ravina Shamdasani.
Las conclusiones de la investigación desmontan además la narrativa de que existiera actividad de palestinos armados en las inmediaciones de la posición donde se encontraban los reporteros. "No hemos encontrado información alguna que así lo indique", ha zanjado Shamdasani, una vez concluido el proceso de estudio del material fotográfico, de vídeo y de audio, así como la visita a la escena del incidente en la localidad cisjordana de Yenín, más las consultas a expertos y entrevistas a testigos.
En su lugar, la ONU confirma que, el fatídico día del 11 de mayo, ambos reporteros iban claramente identificados como miembros de prensa, y que entraron en el lugar "lentamente, para dejar clara su presencia a las fuerzas israelíes", en un momento en el que no se estaban produciendo disparos en la zona.
La investigación de la ONU denuncia que los disparos contra los periodistas llegaron "sin aviso previo" y procedieron "de balas bien apuntadas desde la dirección en la que se encontraban las fuerzas israelíes". Una de ellas hirió a Samudi en el hombro. Otra alcanzó en la cabeza a la reportera y "acabó con su vida en el acto". Además, la ONU también ha identificado disparos contra otro hombre desarmado que intentó ayudar a la reportera y que siguió bajo el fuego israelí hasta consiguió sacar el cuerpo ya sin vida de la periodista de la línea de fuego.
Por todo ello, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, insta a las autoridades israelíes a que abran una investigación criminal por el asesinato de Abu Aklé y, por extensión, por los 58 palestinos muertos -entre ellos 13 niños- desde principios de año durante las operaciones israelíes en Cisjordania.
"El Derecho Internacional exige una investigación rápida, exhaustiva, transparente, independiente e imparcial de todo uso de la fuerza con resultado de muerte o lesiones graves. Los perpetradores deben rendir cuentas", ha concluido la portavoz.
Es "imposible" saber quién disparó a la periodista
Aunque Israel ha admitido la posibilidad de que sus fuerzas mataran a la periodista, el Ejército hebreo mantiene que es imposible decir de manera concluyente quién disparó a la periodista sin examinar la bala que la alcanzó; una declaración que ha repetido tras la publicación de las conclusiones de la ONU.
"Desde que tuvo lugar el incidente, el Ejército israelí ha estado investigando las circunstancias de la muerte de la señora Abu Akleh. La investigación del Ejército concluye que la periodista no recibió un disparo intencionado por parte de un militar israelí y que es imposible determinar si fue asesinada por un pistolero palestino que estaba disparando indiscriminadamente en la zona o por un militar israelí sin intención", de acuerdo con el comunicado recogido por el diario 'Haaretz'.
El proyectil está en manos de la Autoridad Palestina, que se ha negado a entregarlo -como también ha rechazado una investigación conjunta al sospechar que Israel podría embarrar el curso de las pesquisas- y ha pedido en su lugar a las autoridades israelíes que envíen el fusil de asalto del que procedió la bala.
Las Fuerzas de Defensa Israelíes han enfatizado que, como mínimo, la periodista no fue atacada deliberadamente y han condenado como "sesgadas" las numerosas investigaciones independientes que apuntan a que la periodista fue, efectivamente, asesinada por los militares.
Por otro lado, el comisionado de Policía de Israel, Kobi Shabtai, ha lamentado de nuevo los actos de violencia cometidos por la Policía israelí durante el entierro de la periodista, en particular por los golpes propinados contra los portadores del féretro en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo, aunque ha matizado que no se espera que se tomen medidas contra los agentes implicados.
"La conclusión es que la conducta de los agentes de policía fue incorrecta, pero no todas las investigaciones tienen que terminar con cabezas rodando", ha hecho saber Shabtai durante una conferencia de abogados en Tel Aviv, también recogida por 'Haaretz'.
"La estampa de policías usando porrazos es esa clase de imágenes que no queremos ver", ha lamentado el responsable policial antes de reconocer que esta clase de incidentes violentos "se podrían haber evitado" y que la Policía ha extraído "lecciones de lo ocurrido".
Israel rechaza las conclusiones de la ONU
Israel rechazó las conclusiones de la investigación de la ONU sobre la muerte en mayo de la periodista palestina Shireen Abu Akleh, que señalaron que su fallecimiento se produjo producto de disparos de tropas israelíes y no de milicianos palestinos.
"Solo podemos descubrir la verdad realizando una investigación balística y forense exhaustiva y no a través de investigaciones infundadas como la publicada por la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos", dijo a través de un comunicado el ministro de Defensa israelí, Beny Gantz.
"Una vez más hago un llamado a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para que entregue a Israel la bala que impactó a Shireen. Eso es lo que debe hacerse para descubrir la verdad", agregó.
Por otra parte, el Ejército israelí también difundió un comunicado en el que, al igual que Gantz, instó a la ANP a cooperar en la investigación del suceso, algo que hasta ahora no ha hecho argumentando que no confía en la transparencia israelí en una eventual pesquisa conjunta.
Las conclusiones de este informe coinciden en gran medida con los de las investigaciones realizadas por la ANP, la cadena Al Jazeera y numerosos medios internacionales como CNN, The Washington Post y The New York Times.