Resuelta la fusión que no lo fue entre el Quick-Step y el Jumbo, –que ahora se llama Visma-Lease a Bike (con el músculo financiero de Volkswagen empujando en el fondo), expuestos en la pasarela los primeros maillots del próximo curso y cerradas casi al completo las plantillas– la concentraciones de los equipos ciclistas emergen en diciembre. Es la señal. El aviso. El campo base para acometer el curso 2024, que ya ha fijado sus citas y su agenda en un calendario en el que se impone el perfil egregio del WorldTour, el ciclismo de la jerarquía, los camerinos y las alfombras rojas. El ciclismo VIP. El crisol que absorbe el almanaque ciclista levanta la persiana en Australia a mediados de enero con el Tour Down Under y cierra el curso en octubre en China con el Tour de Guangxi .
Es el ciclismo de la globalización, en cuyo armazón se subrayan las siluetas de las tres grandes: el Giro, el Tour y la Vuelta. La carrera italiana, con contenido más liviano que en los años precedentes, queda fijada entre el 4 y el 26 de mayo. El mes de las flores para la carrera más bella. La canícula certificará una vez el rey sol del ciclismo, el Tour, que arrancará en Florencia el 29 de junio para concretar su aventura en Niza el 21 de julio con una contrarreloj. Los fastos en la Costa Azul son el asterisco provocado por la disputa de los Juegos Olímpicos de París. De lo que deje sin fagocitar la Grande Boucle se alimentará la Vuelta a España, siempre a la espera de lo que depare la carrera más grande del mundo.
La cita con la prueba española, que contará con una etapa entre Vitoria-Gasteiz e Izki, se concretará entre el 17 de agosto y el 8 de septiembre. El calendario regresa a la tradición y los Mundiales, que se celebrarán en la ciudad suiza de Zurich, se disputarán entre el 21 y 28 de septiembre. El pasado curso, la cita mundialista irrumpió entre el Tour y la Vuelta. A su vez, los Campeonatos de Europa, que cada vez están tomando más vuelo aunque aún no disponen de mucha memoria, tienen reservadas sus fechas en Limburgo (Bélgica) entre el 11 y 15 de septiembre.
Los cinco monumentos que el pasado curso dejaron fascinantes postales, –el ataque de Pogacar para imponerse en Flandes frente a Evenepoel y Van Aert o el vuelo del propio esloveno en Il Lombardia– serán otros días tecleados en negrita. Van der Poel, que se impuso en la Milan-San Remo y se exhibió, imperial, en la París-Roubaix, pretende rescatar esos momentos. La Classicissima será el primero de los monumentos en disputarse. El 16 de marzo aguarda el primer gran fotograma de las clásicas. Dos semanas después, el día 31, aguardan los muros y las piedras de Flandes y la memoria de la esgrima de Pogacar, Van der Poel y Van Aert. El Infierno del Norte, la salvaje París-Roubaix, traqueteará brutal entre los adoquines. El pavé más famoso del mundo esculpirá su momento el 7 de abril. El otro hito de la clásicas queda para el 21 de abril con la Lieja-Bastoña-Lieja. Evenepoel, que ofreció una enorme actuación, será el hombre a seguir en La Decana.
Con el otoño, llegará la Clásica de las hojas muertas. Il Lombardia tiene asignada su cita para el 12 de octubre. Pogacar, campeón de la carrera en las últimas tres ediciones, buscará continuar con su leyenda en el quinto monumento del año. El calendario de clásicas se agitará con la Strade Bianche (2 de marzo), la Gante-Wevelgem (24 de marzo) y A través de Flandes, el 27 del mismo mes. La Amstel queda para el 14 de abril y la Flecha Valona y su muro de Huy para el 17. Nadie le ha robado el mes de abril al ciclismo.
Itzulia y donostiako klasikoa
En el WorldTour continúan saludables las dos pruebas vascas, citas ineludibles en el calendario para la afición. La Itzulia, la carrera de los seis días por Euskal Herria, se celebrará entre el 1 y el 6 de abril. De momento se sabe que la carrera vasca se pondrá en marcha con una crono individual en Irun. El Tour vasco festejará el ciclismo el año después del opíparo banquete del Tour, la gran bacanal vasca del ciclismo. La afición volverá a disfrutar con los mejores ciclistas del mundo en casa. El pasado curso Jonas Vingegaard se impuso en una prueba que aceleró su puesta a punto para el Tour, donde triunfó por segunda vez consecutiva. Mikel Landa e Ion Izagirre completaron el podio final en Eibar. La otra gran fecha vasca del mejor ciclismo se sitúa tras el Tour de Francia. La Donostiako Klasikoa, que festejó Remco Evenepoel tras batir al esprint a Pello Bilbao, se celebrará el 10 de agosto. El belga, vencedor en 2019, 2022 y 2023, será la gran referencia para la cita donostiarra, uno de los grandes días que subrayar en rojo en el calendario de 2024. Fechas de guardar.
Las otras pruebas
G. P. Indurain, Ordizia y Getxo
Tres clásicas. No todo el calendario ciclista responde al WorldTour. Las pruebas de Euskal Herria también tienen presencia en otros frentes. Antes de la disputa de la Itzulia, la atención quedará fijada en el G. P. Miguel Indurain en Lizarra. La clásica se disputará el 30 de marzo. La siguiente carrera de un día en tierras vasca es la Prueba Villafranca-Ordiziako Klasika, reservada la fecha del 25 de julio, después de la conclusión del Tour. El Circuito de Getxo aún debe definir su fecha: o el 28 de julio o el 11 de agosto.