“La izquierda se está desmovilizando, y así se pierden las elecciones...”

¿Cuánto hay de choque real y cuánto de impostado en la discrepancia del ‘solo sí es sí?

El tema es muy complejo porque ha ido evolucionando en las últimos tres semanas. Es una ley que se tramita ya con cierta discrepancia o con diferentes visiones desde el punto de vista jurídico, y que genera muchas tensiones y bronca entre Justicia e Igualdad. De hecho, este es uno de los motivos por los que Carmen Calvo salió del Gobierno. Al final, se aprobó en el Consejo de Ministros con el visto bueno de todos y parecía que había un consenso amplio, pero se empiezan a dar las rebajas de penas. Al principio, las dos partes del Gobierno mantienen la posición y luego hay un cambio en la parte del PSOE, que dice que hay que resolverlo.

Y Pedro Sánchez se suma a su partido y aboga por revisarla.

Sí. Hay una segunda etapa hace 15 días en la que es muy relevante que sea el presidente del Gobierno quien pida el cambio, porque el presidente había jugado siempre pacificando en todas las polémicas entre los socios. Entonces, Sánchez deja de tener ese papel de mediador y de calmar las aguas. Lo lógico era pensar que la discrepancia era un tema de técnica jurídica y que lo más normal era coger a juristas de un lado y del otro para que se sentaran y llegaran a un acuerdo. Pero todo nos está diciendo que esto se ha convertido en un debate de naturaleza política.

Da la sensación de que a las dos partes se les ha ido de las manos. Y a nada de elecciones...

Sí, aunque, haciendo análisis electoral, te das cuenta de que el PSOE necesita llegar a un electorado progresista pero de centro. Piensan que no les vendría mal escenificar el cambio en la ley con los votos del PP, mientras que a Podemos tampoco le viene mal escenificar lo contrario.

Pero tanta división interna puede desencantar y desmovilizar al electoral de izquierda.

Claro, por eso la estrategia es errónea. Yo creo que el primer efecto que tiene esto es una desmovilización del electorado progresista, y es justo el problema que están recogiendo las encuestas desde hace meses: no es que su gente se haya pasado al PP o se haya pasado a otros partidos, es que se ha desmovilizado. Y así se pierden las elecciones...

Y en este choque, ¿dónde queda la figura de Yolanda Díaz?.

Hay una víctima, que es Yolanda Díaz. Su papel ha quedado desdibujado. En todo este proceso, Irene Montero estas semanas está teniendo mayor protagonismo del que ha tenido en tres años de Gobierno, y mira que ha tenido protagonismo. Montero ha sido la cabeza visible en este asunto y ha ganado muchos puntos en cuanto a la posibilidad de encabezar una candidatura. De cara a sus electores ha crecido como candidata.

Una Yolanda Díaz que todavía ni siquiera ha confirmado su candidatura a la Presidencia.

Esta semana ha dicho que hasta que esto no se solucione no lo anunciará. Porque tenía previsto hacerlo este mes de febrero y ha vuelto a retrasarlo.

¿Puede haber un acuerdo in extremis para la reforma o se aprobará con los votos del PP?

La decisión de llevar el debate al 7 de marzo, o sea, víspera del 8-M, es un signo muy malo. Yo veo que, llegadas las cosas al punto que han llegado, y sobre todo con ese último elemento y la contestación que da Pedro Sánchez de que hagan lo que quieran; será difícil un acuerdo. Aunque en esta coalición hemos visto de todo y nunca se sabe.

¿Puede mantenerse así el Gobierno hasta diciembre?

Hay una cosa que no se nos puede pasar por alto, nos estamos olvidando de un pequeño detalle: aunque Podemos puede levantarse de la mesa e irse del Gobierno, eso no implica una convocatoria de elecciones. Yo no descarto el escenario de que, en unos meses, Podemos salga del Gobierno para preparar las elecciones. Pero eso no siginifica que se acabe el Gobierno.

También se ha especulado con el adelanto a mayo de las generales.

Es absolutamente impensable. Hay una cuestión que es de cajón: el 1 de julio España asume la presidencia europea y en lo último en lo que está pensando Sánchez es en renunciar a ella. Antes veremos al PSOE agotando la legislatura en solitario que adelantando las generales.