La jueza encargada de la investigación del tiroteo en una gasolinera del municipio burgalés de Villagonzalo Pedernales, en el que murió el miércoles un policía nacional investigado por Asuntos Internos y que al parecer había sustraído el arma a otro compañero, ha decretado el secreto de las actuaciones, según ha explicado este jueves la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones.
Preguntada por alguna novedad sobre la investigación, Barcones se ha remitido a la decisión tomada por la juez respecto a las pesquisas que realiza en estos momentos la Guardia Civil, por lo que "no corresponde decir nada más", respecto a lo comunicado el miércoles cuando ocurrieron los hechos.
Al parecer, sobre las 04:00 horas del miércoles, el policía comenzó a disparar sobre agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que intentaban detenerlo y al repeler el ataque alcanzaron con sus disparos al agente que se había parapetado detrás del vehículo que conducía.
Los efectivos habían acudido hasta la gasolinera del municipio burgalés después de que el Centro Operativo de Servicios (COS) de la Guardia Civil de Burgos fuera alertada por la Policía de que este hombre armado se dirigía a Burgos por la carretera A-231.
El policía fallecido, natural de Ferrol, y destinado en la comisaria de Lonzas (A Coruña), se encontraba inmerso en una investigación de Asuntos Internos por un caso de narcotráfico por el que había sido detenido, según han informado a EFE fuentes de la investigación.
El agente, al que se había retirado el arma, estaba de baja psicológica y desde el pasado martes, 18 de abril, había pasado a segunda actividad por insuficiencia de aptitudes psicofísicas, una situación que estaba pendiente de notificar.
De hecho, el martes se personó en la comisaría gallega en la que estaba destinado para realizar un trámite administrativo en relación con su situación laboral.
Posteriormente, se dirigió a los vestuarios donde tiene su taquilla, momento que aprovechó para sustraer el arma de otro policía forzando el armario donde estaba guardada.
Al percatarse este agente de la sustracción de su pistola se puso en marcha un amplio dispositivo para su localización, ya que se tenía la certeza de que el ahora fallecido era el responsable del robo y que había huido por carretera en un vehículo.
Tanto la Guardia Civil y la Policía Nacional trataron de interceptarlo antes de su llegada a la ciudad burgalesa pero hizo caso omiso y disparó sobre ellos.
Continuó su huida hasta una estación de servicio cercana, en la localidad de Villagonzalo Pedernales, donde se produjo un segundo tiroteo que concluyó con su muerte.
Aunque se produjeron varios impactos de bala en los vehículos oficiales, ninguno de los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de servicio resultó herido, según la Delegación del Gobierno.