La magistrada María Elena Fernández Currás tumbó en el inicio del juicio por el accidente de un tren Alvia en Santiago en 2013 el intento de Adif, empresa pública responsable del mantenimiento de la infraestructura ferroviaria, de acotar la causa penal sobre Andrés Cortabitarte, el exjefe de seguridad de la compañía.
El letrado Ignacio Sánchez, que representa a Cortabitarte, responsable de la seguridad en la circulación en el momento del siniestro, quería que se delimitase la acusación sobre su defendido, una reclamación que apoyó la Abogacía del Estado. Sánchez buscaba que se pusiese el foco en si el análisis de riesgos previo al siniestro que se saldó con 80 víctimas mortales y casi centenar y medio de heridos era el correcto, sin entrar en analizar las condiciones de seguridad del trayecto, librando a su patrocinado de esa responsabilidad.
Esa tentativa de delimitar, y de no relacionar con Cortabitarte la ausencia de las medidas de seguridad adecuadas –como señalización en la vía o funcionamiento del sistema ERTMS, que permite el frenado automático– no prosperó, puesto que la presidencia de la sala dijo que todos esos factores están “íntimamente conectados”, misma opinión del fiscal Mario Piñeiro.
La jueza sí admitió como “prueba de parte” el vídeo aportado recientemente por la defensa de Adif, que busca atribuir determinados errores al maquinista del tren, Francisco José Garzón, la otra persona que se sienta en el banquillo y que hoy declarará.
Durante la fase de cuestiones previas, la mayoría de los abogados de las víctimas, así como el abogado del maquinista, pidieron la impugnación de este vídeo que fue aportado recientemente por Adif, que califican como “montaje” y que tiene “claro ánimo de exculpar al señor Cortabitarte y establecer la única responsabilidad del maquinista”.
Fernández Currás señaló que evidentemente se trata de “una prueba de parte”, que corresponde al interés legítimo de la defensa de Adif y, por ello, no se pronunció sobre su valor probatorio, aunque sí que sembró algunas dudas.
Guantazo a Cortabitarte
Un golpe en la cabeza a Andrés Cortabitarte, exjefe se seguridad de Adif y uno de lo dos acusados en el juicio por el accidente del Alvia ocurrido el 24 de julio de 2013, y las protestas de los letrados por la organización de la vista, marcaron ayer en Santiago el esperado inicio de esta vista oral. El momento más tenso tuvo lugar al final de la primera sesión del juicio, cuando Andrés Cortabitarte, exdirectivo de Adif, fue golpeado en la cabeza ya casi fuera del edificio por una de las víctimas, una agresión que estuvo precedida de insultos desde que salió, por lo que se reforzará la seguridad.
Cuando todavía no habían abierto las puertas para poder entrar en el edificio que acogerá esta vista durante nueve meses, socios de la plataforma 04155 ya estaban apostados en la entrada. Admitieron en sus declaraciones a la prensa sentimientos encontrados, y “muchísimo” dolor y “rabia”, porque en el banquillo no estén sentados “responsables políticos”. Volvieron a arremeter contra Adif, por el “entorpecimiento” y por creer que suya es la responsabilidad.