El descenso del Bilbao Athletic a Segunda Federación se puede considerar el primer gran batacazo de Jon Uriarte y su Junta Directiva. El filial rojiblanco, primero con Bingen Arostegi y después con Álex Pallarés en el banquillo, no ha salido del pozo de la Primera RFEF. El 0-2 que los cachorros han cosechado este domingo en Lezama ante el Castellón les manda a la cuarta categoría del fútbol estatal todavía con cuatro jornadas por delante. Un escenario que el Athletic ha valorado en sus canales oficiales.
“El revés del Bilbao Athletic supone una decepción para el club, inmerso en una profunda reflexión que determine en qué medida la pérdida de categoría afecta al objetivo esencial del filial rojiblanco, que no es otro que el de formar al mayor número de jugadores posible para el primer equipo y para el fútbol profesional. Una reflexión iniciada ya hace meses con su línea de autocrítica y decisiones fallidas, pero que debe contextualizar los resultados clasificatorios en una estrategia a medio y largo plazo, algo imprescindible en un club de cantera”, han destacado desde Ibaigane.
Con el Sestao River en Primera RFEF el próximo curso y con la posibilidad de que el Amorebieta juegue en la Liga SmartBank, está por ver qué decisión toman desde Lezama con los jugadores que no estén para saltar al primer equipo por falta de ritmo y experiencia, pero a los que la competitividad de Segunda RFEF se les puede quedar un poco escasa. “Una vez terminada la temporada, el club expondrá con detalle públicamente las conclusiones, las valoraciones referidas al rendimiento del equipo, además de las líneas maestras para la temporada que viene en la que lleva trabajando estos últimos meses”, han apostillado desde la entidad rojiblanca.