La estadounidense Amanda Knox, que pasó cuatro años en una cárcel de Italia por un asesinato del que posteriormente fue absuelta, ha sido condenada de nuevo este miércoles en Florencia dentro de una causa paralela en la que se examinan sus supuestas calumnias contra un antiguo jefe al que trató de implicar en este mediático caso.
Knox fue condenada junto a un antiguo novio por su presunta vinculación con el asesinato en 2007 de su compañera de piso en Perugia, Meredith Kercher. En los primeros momentos de la investigación, acusó a su entonces jefe, Patrick Lumumba, que llegó a permanecer recluido dos semanas antes de quedar en libertad por falta de pruebas.
Delito de calumnias
Ahora, un tribunal de apelación de Florencia ha confirmado que Knox, presente en la sala durante la lectura del veredicto, había cometido un delito de calumnias, informa la agencia AdnKronos. Durante el proceso, la estadounidense alegó que nunca quiso culpar a un inocente y que fue presionada por la Policía durante un momento de máximo estrés emocional, base de los alegatos por los que su defensa reclamaba la absolución.
No entrará en prisión
Pese a que para conocer los detalles de la sentencia aún habrá que esperar 90 días, lo que sí parece claro es que Knox, de 36 años y con dos hijos de su actual marido, no tendrá que entrar en prisión, habida cuenta del tiempo que ya pasó entre rejas por un caso del que finalmente salió absuelta. Cabe recurso además ante el Tribunal Supremo, quien podría tener la última palabra.
Además de Knox, en el juicio por el asesinato de Kercher también fueron condenados su expareja Raffaele Sollecito --absuelto al igual que ella en 2015-- y una tercera persona, Rudy Guede, que sí terminó cumpliendo 13 de los 16 años de cárcel dictados contra él, antes de quedar en libertad en el año 2021.